• Los fisioterapeutas dan las claves para recuperar la forma sin lesiones

    Año nuevo, vida nueva. Retomar el ejercicio físico entra dentro de los propósitos para recuperar la forma. El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla-La Mancha da las claves para cumplir los propósitos sin provocar lesiones o males mayores.

    Avisar a nuestro cuerpo de que se acabó el descanso. Antes de regresar al gimnasio, antes de volver a la rutina deportiva o antes de empezar nuevas actividades deportivas. “debemos avisar a nuestro cuerpo de que se los días de excesos y descanso llegaron a su fin. Esto es, un día antes de comenzar debemos activarnos realizando pequeñas carreras, andando 30 ó 40 minutos, subiendo escaleras… Y por supuesto llevando a cabo los estiramientos necesarios”.

    Imagen de archivo de la VI Carrera Afanion.

    Más cardio. Al menos la primera semana, el colegio explica que “deberíamos centrarnos en ejercicios de “cardio” (bicicleta, running, natación…) de menor intensidad, pero de mayor duración”. En este punto, siempre es recomendable no forzar e intentar aumentar la intensidad de los entrenamientos de manera paulatina. De nuevo, hay que recordar que los estiramientos antes y después de cualquier entrenamiento son esenciales para evitar lesiones. Además, también es recomendable visitar al fisioterapeuta si aparece cualquier tipo de molestia o para comprobar que nuestro cuerpo está preparado.

    Realizar un estudio muscular y articular previo. “Si todavía no tenemos una rutina deportiva adecuada, deberíamos antes de comenzar una nueva actividad consultar con un profesional el estado de nuestro cuerpo. Un fisioterapeuta colegiado podrá realizarnos una valoración músculo esquelética, determinar si estamos en condiciones óptimas para empezar a hacer ejercicio y cuál es la actividad deportiva que puede resultar más adecuada”.

    Cuidar nuestra alimentación. Tras los excesos navideños, deberíamos evitar la ingesta de dulces, sustituyendo dichos manjares por otros más saludables y beneficiosos para nuestro organismo. Así, deberemos saciar nuestro apetito con más frutas, verduras y hortalizas, desviando los platos más calóricos, aumentando el consumo de pescado blanco y carnes poco grasas, legumbres y ensaladas, y reduciendo las raciones de hidratos de carbono. También es importante la hidratación y, para ello, nada mejor que el agua.