El Museo Municipal ofrece una exposición de 56 fotografías captadas por los propios vecinos de Albacete en las que inmortalizan ese instante mágico de los aplausos de las 8 de la tarde que, día tras días, se repetían durante el confinamiento por la crisis sanitaria, como una forma de agradecer a los sanitarios y demás colectivos que estaban luchando en primera línea contra la pandemia.
Albacete capta el instante mágico de los aplausos de las 8
Los momentos captados por los albaceteños captan desde el arco iris después de la lluvia a la hora de los aplausos, uno de los símbolos de la esperanza en esta pandemia, pasando por el descubrimiento de los vecinos, a los aplausos entre peluches de los niños, manos que ofrecen paciencia y otras que expresan gratitud, manos en definitiva que curan, que dan esperanza y que saben lo que es el dolor.
La Concejalía de Cultura convocó un certamen e invitó a los ciudadanos a enviar esos instantes fotográficos. Ahora, esas imágenes se ofrecen en una exposición que el alcalde, Vicente Casañ, junto con la concejal de Cultura, Teresa García Arce, ha inaugurado esta mañana.
El acto ha contado con la presencia del presidente del Colegio de Médicos, Fernando Gómez Bermejo, y la presidenta del Colegio de Enfermería, Concha Piqueras, dos colectivos sanitarios en quienes se han querido simbolizar esta gratitud. También concejales de otros grupos municipales han tomado parte de esta inauguración.
El alcalde ha calificado esta exposición de “acto de justicia” hacia quienes estuvieron y están en primera línea de batalla, “dando incluso su vida por defender nuestra salud”. “Ojalá -ha dicho Casañ- esos aplausos no se hubiesen tenido que producir”, pero llegó la pandemia que nos obligó a vivir confinados, días en los que las 8 de la tarde se convirtió en una cita imprescindible de gratitud, que servía incluso para establecer relaciones entre el vecindario, ha señalado.
“No aguantaríamos un segundo envite”
Casañ ha aprovechado para lanzar un mensaje a la ciudadanía, “un segundo envite de esta enfermedad no lo aguantaríamos como lo hemos aguantado, por tanto, pido responsabilidad y respeto a las normas, por el afecto que tenemos a nuestros sanitarios, sigamos cumpliendo”, ha declarado el alcalde, tras indicar que en Albacete la inmensa mayoría de la población hace las cosas “razonablemente bien”, si bien hay una “minoría que aún se manifiesta incomprensiblemente incívica”.
Por su parte, el presidente del Colegio de Médicos ha agradecido el cariño y la consideración mostrados por los ciudadanos hacia los sanitarios, los cuerpos y fuerzas de seguridad, los servicios de bomberos y también aquellos establecimientos, como comercios o farmacias, que nos han facilitado el llevar lo mejor posible esta situación.
Santos Julián
Gómez Bermejo ha explicado que los sanitarios recibían con verdadera emoción estos aplausos cada tarde, en días muy duros, “tenemos que recordar a quienes lo han pasado mal, tenemos más de 1.000 sanitarios afectados por Covid-19, algunos fallecidos, como Santos Julián, el primer médico de Castilla-La Mancha que falleció y de cuya pérdida será difícil que se recupere su familia”, ha dicho el presidente del Colegio de Médicos que por supuesto ha tenido palabras de consideración hacia las miles de personas que han enfermado. Por último, instó a no bajar la guardia, “debemos estar alerta, para que un rebrote nos coja mejor preparados” y pidió a los ciudadanos que recuerden que el virus sigue estando entre nosotros, “es imprescindible el uso de mascarilla, la distancia social, el aseo de manos y evitar aglomeraciones”.
“Un tiempo terrible”
También la presidenta del Colegio de Enfermería se ha dirigido a la ciudadanía para expresar la gratitud de los enfermeros y enfermeras de la provincia que han vivido, ha dicho, un “tiempo terrible” tratando de cuidar a la población, tarea que realizan por su profesión y por su vocación, ha señalado.
Esta pandemia “nos ha hecho vivir experiencias que no esperábamos, dolor, sufrimiento, muerte y soledad, también incertidumbre y miedo, rabia y sensación de fracaso, en todos ha dejado una huella indeleble, una herida de la que tendremos que reponernos, avanzar en la cicatrización, curarla, unos podrán hacerlo antes que otros, pero lo peor que nos puede pasar es que esa herida se vuelva a abrir e infectar”, ha reflexionado Concha Piqueras, haciendo ver que no nos podemos permitir un fuerte rebrote.