• Psicología del aprendizaje canino

    El Autor

    Beatriz Navarro Bravo y Víctor José Garrido Cano

    Profesora de Psicología y policía local

    Recientemente, en el Grado en Psicología de la Universidad de Castilla-La Mancha, en Albacete, recibimos la visita de unos invitados muy especiales, Kora, Blade y Duke, tres pastores Belga Malinois, perros policía, detectores de sustancias estupefacientes; Kái, un Malinois de seguridad e intervención y Rayo, Labrador detector de sustancias estupefacientes, ya jubilado.

    La Facultad de Psicología ha recibido a unos visitantes muy especiales para abordar el aprendizaje canino.

    La Facultad de Psicología ha recibido a unos visitantes muy especiales para abordar el aprendizaje canino.

    Venían acompañados de sus adiestradores, Víctor José Garrido, Julián Ruiz y Ainara Pérez, de los Cuerpos de Policía de Tobarra, Las Pedroñeras y Almansa, respectivamente.

    Aunque actualmente existe un auge en la creación de unidades caninas en todo el país, la gran mayoría de la ciudadanía desconoce la labor que estos canes pueden aportar a la sociedad, bien como el perro detector de personas sepultadas bajo escombros, como se pudo ver en Turquía y Marruecos, o simplemente como el perro detector de explosivos que evita que un artefacto peligroso suba a un avión causando múltiples víctimas.

    En cuanto a los perros de seguridad e intervención, no solo se encargarían de proteger a los agentes de autoridad que los guían, igualmente serían valiosos para afrontar intervenciones complicadas en las que puedan peligrar la vida de terceras personas, como por ejemplo, la asistencia a una violencia de género con peligro inminente para la propia víctima.

    De igual manera, estos canes nos brindan muchos más beneficios de gran utilidad, en concreto su factor protector y disuasorio en concentraciones de gran afluencia de personas en las que puedan generarse altercados.

    Un sexto sentido

    Por otra parte, no podemos olvidar la gran importancia de los perros detectores de sustancias estupefacientes, donde su olfato es como un sexto sentido, ayudando a su guía  a alcanzar lugares que por sí solo no sería posible detectar, e incautando drogas de manera mucho más eficaz que cualquier agente que no se sirva de estos increíbles animales, formando así un binomio inseparable muy difícil de superar. En virtud de lo anterior, podríamos concluir que los perros no son sólo nuestros mejores amigos, a veces llegan a nosotros para salvar nuestras vidas.

    La Facultad de Psicología ha recibido a unos visitantes muy especiales para abordar el aprendizaje canino.

    Psicología del aprendizaje

    Tal vez alguien se puede preguntar, qué se le ha perdido a estos perros policía en el grado en Psicología. Con este artículo, vamos a tratar de explicar que no solo no es algo extraño, sino que el entrenamiento canino está basado precisamente en técnicas de Psicología del aprendizaje.

    La Psicología del aprendizaje estudia los principios del aprendizaje y de la conducta utilizando en sus investigaciones tanto animales de distintas especies como humanos. Estos estudios con animales resultan un área de gran importancia dentro del aprendizaje y es habitual encontrar en la literatura científica experimentos con ratas, palomas, gatos o perros, entre otros. Los principios de aprendizaje estudiados en el laboratorio tienen amplias posibilidades de aplicación en numerosos contextos, como puede ser el caso que nos ocupa, con los perros policía.

    Los dos principios más utilizados en el entrenamiento (o aprendizaje) canino se conocen como condicionamiento clásico y condicionamiento operante.

    Condicionamiento clásico

    En el condicionamiento clásico, un animal o una persona asocian dos hechos, y esto ayuda a predecir algo que va a ocurrir y puede afectar a la conducta (como cuando vemos que el cielo se pone negro, esto nos hace pensar que se acerca tormenta y nos lleva a cambiar nuestros planes). Esto puede aprovecharse en el entrenamiento canino, por ejemplo, para prevenir o eliminar el miedo a los ruidos intensos (truenos, fuegos artificiales, disparos…). ¿Y cómo se hace esto? Pues asociando un estímulo positivo a estos ruidos, como puede ser la comida.

    Condicionamiento operante

    Por su parte, mediante condicionamiento operante, realizamos una asociación entre la conducta y las consecuencias, de manera que, cuando a una conducta le sigue una consecuencia agradable (es reforzada), es más probable que se repita, mientras que si la consecuencia es desagradable (es castigada), sucede lo contrario, es menos probable que se vuelva a realizar. En el seminario impartido por Víctor Garrido, los alumnos del Grado en Psicología pudieron ver el uso que se hace del juego para reforzar las conductas deseadas en estos perros, como la detección de sustancias estupefacientes.

    Principios válidos para todos

    Estos mismos principios también forman parte del aprendizaje en personas. ¿Quién no se ha visto alguna vez sorprendido por la misma sensación que tenía en su infancia, al escuchar la canción que su familia ponía en el coche camino de las vacaciones? Ejemplo de condicionamiento clásico, en el que la persona ha asociado esa música a la ilusión del viaje y, décadas después, al escuchar la canción vuelve a tener esa sensación. ¿O quién no ha dejado de salir un día, porque tenía un examen importante, y sabe que el esfuerzo tendrá su recompensa en el resultado? Ejemplo de condicionamiento operante, en el que las consecuencias positivas afectan a nuestras decisiones sobre la conducta.

    En cualquier caso, aunque estos principios aplican a la mayoría de las especies, si nos centramos en las personas, el aprendizaje es algo más complejo, pues es necesario tener en cuenta otros factores como nuestra capacidad de razonamiento, el pensamiento, la abstracción, la organización de la memoria o la capacidad para el lenguaje.

    ✒ Beatriz Navarro Bravo. Profesora titular de universidad del Departamento de Psicología de la Facultad de Medicina de Albacete. Universidad de Castilla-La Mancha

    ✒ Víctor José Garrido Cano. Agente del Cuerpo de Policía local de Tobarra, destinado en la Unidad Canina del municipio. Instructor canino.

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