No sé si muchos se acordarán del famoso cuento de Hans Christian Andersen, El traje nuevo del emperador. Toda su corte se empeñaba en elogiar su ropa hasta que se impone la inocencia y la sinceridad del niño para barruntar la verdad sobre la desnudez del emperador. Por fortuna no cabe recurrir a este extremo para hacer todos los honores a la gigantesca donación de 320 millones de euros que realizará la Fundación Amancio Ortega a la sanidad de todas las comunidades autonómas, entre ellas la de Castilla-La Mancha (https://diariosanitario.com/amancio-ortega-ayudara-a-la-sanidad-de-castilla-la-mancha/).
A esta iniciativa, inédita en la sanidad española por su cuantía y audacia, le secundó un lógico apoyo y aplauso generalizado, algo ensombrecido por los detractores de turno y cierta corriente de la opinión pública que siempre aprovecha estos anuncios para saltar a la palestra con argumentos poco convincentes. La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Aragón y su rechazo a la donación de 10 millones es un ejemplo del sinsentido.
Todo son parabienes hacia una iniciativa que supondrá la compra de 290 aparatos de diagnóstico y tratamiento del cáncer, la bestia negra de las enfermedades que azotan a la naturaleza humana. Todo lo que sean críticas hacia esta fabulosa inversión caen en el grave error de la injusticia y olvidan el sufrimiento que trae esta enfermedad a miles de españoles todos los años.
Que la donación provenga de la fundación de Amancio Ortega, fundador y máximo accionista de Inditex, el coloso mundial de la moda, debiera ser otro motivo patrio de celebración. Esta fundación y sus posteriores donaciones, incluidos los 40 millones a Cáritas, no existirían sin el indiscutible éxito global de la compañía de Arteixo, aunque no sé si eso puede molestar a algunos.
En ese aire global, con tintes puramente anglosajones, debiera también enmarcarse esta potente iniciativa. Es costumbre que fundadores y propietarios de grandes compañías estadounidenses realicen cuantiosas donaciones en ese objetivo de devolver a la sociedad todo lo que les ha dado. E incluso se atrevan a donar parte de su fortuna, como es el caso de los multimillonarios que se han acogido a la iniciativa del “compromiso de donar” (https://givingpledge.org/). Entre otros muchos, están el fundador de Microsoft, Bill Gates; el legendario inversor Warren Buffett; el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg; el conocido director de cine George Lucas; o el fundador de la cadena de televisión estadounidense CNN, Ted Turner.
Más allá de cualquier otra consideración, lo importante es que ahora los organismos públicos de sanidad de cada región sean capaces de gestionar adecuadamente esta donación y con el tiempo dé resultados en beneficio de los pacientes y la lucha contra el cáncer. Eso es lo verdaderamente decisivo.