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Un inusitado aumento de partículas en suspensión, que ha teñido de sepia el paisaje de Castilla-La Mancha, especialmente en Albacete, ha dado lugar a que la calidad del aire se haya vuelto “muy desfavorable”. El fenómeno, llegado del Sáhara, empezaba este lunes 14 de marzo y continuará al menos hasta el miércoles. La situación mejorará en breve con las lluvias previstas, pero puede afectar a los pacientes con problemas respiratorios.
- El Sistema de Monitorización y Evaluación de la Calidad del Aire en Albacete permite ver que el polvo en suspensión, que son los valores PM2 y PM10, está disparado. Según detalla la Agencia Española de Meteorología (AEMET), si el valor PM10 está por encima de 100, la calidad del aire es muy mala. No obstante, según informa el Ayuntamiento en su página web, los valores son preocupantes cuando se superan en más de 35 ocasiones en un solo año. De hecho, el fenómeno actual no se debe a la polución sino al aire del Sáhara, un fenómeno puntual.
Molestias en los ojos o irritación de nariz y garganta son los síntomas más comunes del exceso de partículas en suspensión. Los factores positivos son el frío y la humedad, así como la certeza de que la lluvia de los próximos días limpie el ambiente. No obstante, los pacientes con problemas respiratorios podrían encontrar en la mascarilla su gran aliada.
Las partículas de la materia en suspensión (PM10 y PM2.5) son los productos contaminantes de mayor impacto medioambiental. Cuanto más pequeñas son las partículas, más dañinas pueden ser. Las PM2.5, que tienen menor diámetro, son más perjudiciales para la salud.
Y es que este lunes 14 de marzo Castilla-La Mancha se enfrenta a unos valores de calidad del aire, debido a las partículas en suspensión, que van de muy desfavorables a extremadamente desfavorables, y que se mantendrán a lo largo del este miércoles 16 de marzo.
La calidad del aire, especialmente visible en Albacete, donde el ambiente se ha llegado a teñir de rojo, se mueve entre mala y muy mala porque las PM10 pasan de 145 cuando no deberían sobrepasar los 35. Lo mismo pasa con las PM2, partículas más pequeñas, que no deberían pasar de 20 y están en 31. El ambiente ideal sería aquel en el que estas partículas se mueve entre 0 y 20 o 0 y 10.
