• “Es más probable curarse de un cáncer que no hacerlo”

    Bajo el lema ‘Conocer para curar’, el Tour del cáncer traía este jueves hasta Albacete al Dr Carlos López-Otín, científico que llegaba de la mano del presidente de la Asociación Española Contra el Cáncer, el Dr Ramón Reyes. En una entrevista con Diario Sanitario, López-Otín lanzaba un mensaje esperanzador para quien se enfrente a una enfermedad anterior incluso al hombre.

    cáncer Carlos López-Otín
    • Carlos López-Otín es profesor del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo. Combina sus responsabilidades docentes con sus líneas de investigación en Cáncer y Biología del envejecimiento, así como el Análisis funcional de genomas. Tiene el Premio Nacional de Investigación Santiago Ramón y Cajal.

    cáncer Carlos López-Otín

    “Conocer para curar” es una conferencia, organizada por la Asociación Contra el Cáncer, que recorrerá todo el país. El objetivo es incrementar la visibilidad y el conocimiento del cáncer a la sociedad y los servicios gratuitos de la Asociación.

    El Dr Carlos López-Otín es autor del libro cuyo beneficios serán para la Asociación Española Contra el Cáncer:  “Egoístas, inmortales y viajeras: Las claves del cáncer y de sus nuevos tratamientos: conocer para curar”.


    ¿Qué le diría a una persona que se enfrenta en estos momentos al diagnóstico de un cáncer?

    En primer lugar, trataría de infundirle calma y serenidad. Una noticia de este tipo nunca se espera y genera miedo e incertidumbre, pero la realidad actual es que el número de personas que se curan de un tumor maligno ya es mayor que el de los que no logran superar la enfermedad. Esto significa que, en global, es más probable curarse de un cáncer que no hacerlo.

    “Hay tumores que todavía no se pueden curar, pero se pueden cronificar”

    Además, hay tumores que todavía no se pueden curar, pero se pueden cronificar, lo cual nos permite convivir con ellos durante años. En suma, hay que intentar mantener la serenidad y confiar en los profesionales de la Oncología, que con su esfuerzo y su conocimiento nos regalarán tiempo, salud y vida.

    ¿Qué paso considera el más importante en la lucha contra el cáncer?

    En mi opinión, el avance principal fue lograr reconocer que en nuestro material genético portamos genes esenciales para poder sobrevivir, pero que a la vez se comportan como semillas del cáncer, pues cuando sufren mutaciones se convierten en elementos decisivos para el desarrollo de tumores malignos. Desde este momento, entendimos que el cáncer era una enfermedad de los genes y se abrieron nuevas posibilidades para afrontar esta patología tan compleja y tan diversa.   

    Si pudiese influir sobre la opinión política, ¿qué pediría ahora mismo en investigación?

    Invertir en conocimiento es apostar por el futuro. En mi opinión, fomentar la educación, la investigación y la cultura en cualquiera de sus manifestaciones es la mejor manera de contribuir a construir un mundo mejor y más justo. 

    ¿Hacia dónde quiere o cree que puede ir la Genómica en la lucha contra el cáncer?

    En los últimos años, una serie de fascinantes avances tecnológicos nos han permitido descifrar los genomas del cáncer para conocer las mutaciones concretas que están en el origen de cada tumor de cada paciente. Esta extraordinaria aproximación, a la que hemos podido contribuir directamente en nuestro laboratorio al descifrar los genomas de centenares de pacientes oncológicos, ha abierto la posibilidad de una Oncología personalizada y de mayor precisión.

    Mi deseo sería que estas metodologías se implementen de manera general lo antes posible”

    Sin embargo, todavía es preciso solventar algunos problemas relacionados con su implementación de manera amplia e igualitaria. El empleo de algunas variantes más sencillas y más económicas de estos análisis mutacionales, como los llamados paneles de genes, ya ha mejorado su accesibilidad de manera muy notable. Mi deseo sería que estas metodologías se implementen de manera general lo antes posible y así podamos contribuir a mejorar los tratamientos antitumorales más actuales.   

    ¿Habrá una cura para todos los cánceres o se trata de una utopía?

    Hay algunos tipos de tumores malignos que se curan en la inmensa mayoría de los pacientes, pero en otros la tasa de curación es todavía muy insuficiente. Es en estos en los que hay que multiplicar los esfuerzos. En todo caso, debemos entender y admitir que el cáncer es una enfermedad muy antigua y forma parte de nuestro legado evolutivo.

    “El cáncer seguirá presente en nuestras vidas”

    En el libro Egoístas, inmortales y viajeras, relato la larga historia del cáncer y expongo casos de tumores muy antiguos, como por ejemplo los que padecieron los dinosaurios. Por tanto, mientras poseamos materia biológica en nuestros cuerpos y no seamos esos robots metálicos que algunos creen que pronto nos sustituirán, el cáncer seguirá presente en nuestras vidas.

    ¿Qué anuncio esperanzador podría dar ahora mismo?

    Los avances en la investigación oncológica son continuos, pero los visualizo como una lenta marea creciente. Por ejemplo, junto al desciframiento de los genomas del cáncer, la inmunoterapia antitumoral representa una gran esperanza en cuanto a nuevos tratamientos oncológicos. Esta estrategia se basa en reforzar nuestra respuesta inmune antitumoral y favorecer la destrucción de las células transformadas que han provocado el desarrollo de un determinado cáncer. La inmunoterapia ha proporcionado éxitos extraordinarios, pero en muchos tumores todavía hay que progresar para conseguir hacer realidad esta esperanza. 

    “Nada salvará más vidas que la prevención”

    De todas formas, en esta gira del cáncer en favor de la Asociación Española Contra el Cáncer, insistimos mucho en la idea de prevenir para vivir. Debemos aprender a ser corresponsables de nuestra salud y comprometernos a cuidarla y protegerla porque ni somos invulnerables ni somos perfectos.  Estoy convencido de que nada salvará más vidas que la prevención o la educación en salud. En el ámbito oncológico, creo que ni los tratamientos más sofisticados, ni los avances científicos más sorprendentes llegarán tan lejos como la posibilidad de anticiparse al desarrollo de los tumores.

    Ni los mejores científicos son inmunes a la depresión ¿Cómo se encuentra? ¿Cuál es su mensaje para esta pandemia invisible?

    Aprendí del gran poeta Joan Margarit que una herida es un lugar donde uno puede quedarse a vivir. Evitar esta frecuente realidad que en buena medida surge del creciente ruido social, es una tarea muy difícil. Para ello, en mi caso primero tuve que asimilar la idea de que la perversión humana existe y a unos niveles que pueden resultar inconcebibles.

    “Hay que tratar de buscar nuevas formas de motivación”

    Después hay que tratar de buscar nuevas formas de motivación. En mi, caso escribí tres libros, la trilogía de la vida. Aquí reflexioné acerca de las diversas formas de vulnerabilidad humana y las posibles formas de afrontarla. Por supuesto, he seguido trabajando en el laboratorio, dando conferencias, formando a mis discípulos y nunca perdí ni una sola hora de clase. En las próximas semanas o meses se publicarán los artículos que hemos podido completar gracias al trabajo de estos últimos años. Esa es una buena medida de nuestra realidad científica.      

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