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El Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) tiene cerrada toda la infraestructura para gestionar más de 1,6 millones de vacunas COVID este año 2023. Así, acaba de licitar la conservación y distribución semanal de las mismas, lo que supondrá un coste superior al millón de euros.
Sanidad espera un escenario ‘optimista’ de la pandemia, pero se aprovisiona de vacunas para el más pesimista
Castilla-La Mancha acaba de adjudicar la conservación y distribución de vacunas COVID para 2023. Y es que este año baraja cuatro escenarios de la pandemia. En el peor de los casos, la región tendría que optar por una vacunación masiva debido a un escape inmune por nuevas variantes. No obstante, la Dirección General de Salud Pública cuenta con que se dé el escenario 2, el optimista, que únicamente haría necesaria la vacunación de la población más vulnerable. Así, de cuatro posibilidades, de mayor a menor optimismo, se prepara para todas pero espera la segunda.
Como ya está sucediendo, Castilla-La Mancha considera que enero será complicado, de ahí que tenga las vacunas COVID como una defensa de reserva. Ya lo era antes de la pandemia, por el repunte de las infecciones respiratorias, por lo que COVID y gripe dejan un futuro incierto.
Así, aunque la segunda dosis de recuerdo o cuarta dosis COVID se recomienda en mayores de 60 años, las órdenes de la Consejería de Sanidad son que se vacune a toda persona mayor de 12 años que así lo solicite.
De momento, según el último informe del Ministerio de Sanidad, en Castilla-La Mancha tendrían la pauta completa de vacunación el 52% de los niños de 5 a 12 años y el 90,5% de los mayores de 12 años. En cuanto a la dosis de refuerzo de esta temporada, la segunda, de momento ha llegado al 43% de los mayores de 60 años, alcanzando el 74,8% en los mayores de 80 años y bajando al 43,4% en la franja de 60 a 69 años.
Los cuatro escenarios que baraja Sanidad
