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El proyecto de Presupuestos de Castilla-La Mancha para este 2023 recoge hasta 13,6 millones de euros para la inversión en alimentación de pacientes ingresados en los hospitales del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. En total, se contemplan en este ejercicio tres áreas sanitarias, con una inversión media diaria de 37.260 euros.
Así, en las cuentas para 2023 se recogen hasta seis millones de euros para la alimentación de los pacientes ingresados en el área sanitaria de Ciudad Real y otros 2,7 millones más para la Gerencia de Atención Integrada de Alcázar de San Juan, en esta misma provincia. En el caso del área hospitalaria de Toledo se contemplan 4,9 millones de euros para esta partida.
En otras provincias como Albacete aparecen presupuestados 750.000 euros para el funcionamiento del servicio de Cafetería del Hospital de la capital, mientras que en Villarrobledo, por ejemplo, se contempla una partida de 250.000 euros para la alimentación del personal de guardia.
Precisamente, en el caso de los hospitales de la ciudad de Albacete, cabe recordar que el contrato para el suministro de las comidas a pacientes se adjudicó, el pasado año, por un periodo de 48 meses. De ahí, que en las cuentas de 2023 no haya partida específica para estos centros.
Alimentación equilibrada
En los últimos años, se ha apostado por mejorar la alimentación que se sirve a los pacientes ingresados en los hospitales del Sescam. Así, en el Hospital General Universitario de Albacete la medida incluso forma parte de su Plan de Humanización.
Y entre otros aspectos destaca la apuesta por la fruta como postre, pese a que hay opción de elegir, pues se pretende cumplir la recomendación de cinco raciones de frutas y verduras al día, aumentando su ingesta y ofreciendo una gran variedad de frutas de temporada.
Además, se ha mejorado la variedad de los pescados, se ha aumentado el número de raciones y se ha añadido un tercer día de legumbres a la semana, rebajando la presencia de alimentos procesados y potenciando las elaboraciones propias. Siguiendo con el patrón mediterráneo y el estudio PREDIMED (Prevención primaria de la enfermedad cardiovascular con la dieta mediterránea), se incorporó el pan integral en los menús, disminuyendo así el aporte de pan refinado y azúcares.
De hecho, hasta se ha ido incorporando el plan de ‘Comidas divertidas’ con platos especiales en fechas como Jueves Lardero, Navidad o Fin de Año.
