• Un contexto que discrimina a la farmacia

    Artículo del director del Observatorio de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles Enrique Granda

    El Autor

    Enrique Granda

    Director del Observatorio de FEFE

    El año que acaba de terminar se ha caracterizado por un crecimiento moderado de la facturación de recetas al Sistema Nacional de Salud que, por primera vez supera al año 2009. Para tener una idea de lo que esto representa, hay que tener en cuenta que desde el año 2009 la inflación ha aumentado un 30,1% y nuestra facturación un 1,65%, lo cual resulta patético. Por el contrario, ha sido un año bueno para las ventas libres de parafarmacia y medicamentos publicitarios que, al no estar intervenidos, evolucionan con el mercado. 

    farmacia covid

    Además, en el plano de la legislación general que nos afecta, se ha producido una modificación de la Ley de Garantías que permite la entrega directa de medicamentos a los hospitales, mientras a nosotros se nos niega. Lo cual perjudica a los pacientes, como se acabará demostrando. Sin embargo, la convocatoria de elecciones ha paralizado algunos proyectos de decretos, que habrá que ver cómo evolucionan en el próximo año”. 

    “Lo que no ha tenido solución es la elevada tasa de medicamentos en situación de escasez, hasta convertirse en un problema europeo, al que se le buscan soluciones imaginativas. La principal sería revisar los precios de los medicamentos más antiguos para mitigar el aumento de precio de las materias primas y del material de acondicionamiento; además del de los salarios y los gastos de distribución que se han convertido en carga insostenible para todos los que intervienen en la cadena del medicamento. 

    Propuestas

    Respecto a la actividad de FEFE y sus asociaciones autonómicas, se ha multiplicado con propuestas de carácter político como comenzando por la eliminación de los Decretos-Leyes que perjudican el margen en la dispensación de los medicamentos financiados; la retribución de las guardias; la eliminación del cupón-precinto y la vuelta a las farmacias de los medicamentos de diagnóstico hospitalario, a través de un sistema de compra compartida, dando juego y rentabilidad también a la distribución. Y ahora nuestro empeño se dirige a la implantación universal de la receta electrónica: para que solo exista receta electrónica pública y privada. 

    En el plano de los congresos sectoriales se ha iniciado un interesante camino, trasladando el concepto de FEFE One Day a las asociaciones autonómicas, con gran asistencia de farmacéuticos y políticos, siguiendo la senda marcada por el éxito de Madrid. Además, hemos celebrado el 40 aniversario de las asociaciones de Baleares y Tenerife, lo que indica que el movimiento empresarial está vivo, allí donde los farmacéuticos miran por su propio futuro y tienen líderes que los defiendan.

    Un comentario

    1. Isidoro Jiménez Rodríguez

      Otro punto de vista.
      MEDIEVALISMOS EN LA SANIDAD DEL SIGLO XXI: LAS RENTABLES BOTICAS.

      Nuestra sanidad actual está oprimida por absurdas ataduras y corsés, propias de épocas pasadas. Profesiones como medicina, farmacia o veterinaria no han sabido adaptarse a los tiempos, permaneciendo obsesionadas por mantener privilegios y prerrogativas claramente dañinos y nefastos para el sistema sanitario, y por ende, para la sociedad. Por ejemplo la injustificable duración de sus grados académicos, con más créditos ETCS que el resto de carreras clínicas, algo totalmente absurdo e inconcebible hoy.
      Y no quiero decir que siglos atrás, estos profesionales no precisaran de largos periodos de formación para abarcar “todos” los conocimientos generados hasta entonces en su campo de actuación. Pero hoy ello resulta sencillamente imposible. Como tampoco lo pueden hacer el resto de profesiones clínicas.
      Bajo mi punto de vista asistimos a auténticas situaciones esperpénticas, como la artificialidad de esas 47 especialidades de que gozan los galenos; o las no menos ilusorias líneas de especialización que pretenden los farmacéuticos. Entre ellas, la “farmacia hospitalaria”.
      Mantener el actual gravamen, de aproximadamente el 30 % del precio, de los medicamentos y productos (variopintos) que se comercializan en las farmacias, hacen que una parte de la población no pueda acceder a los fármacos. Pretender que la excesiva red de oficinas de farmacia pueda ser rentable para los propietarios de estos negocios, es otra falacia que la sociedad no tiene porque pagar a través de fondos públicos, pues estos son necesarios para otros ámbitos y aspectos asistenciales emergentes.
      En vista de ello, la administración sanitaria debería insistir en nuevas vías de distribución de fármacos, menos controladas por los negocios del medicamento, a través de los propios centros asistenciales. Que escaseen algunos medicamentos en nuestros días, es difícil de asimilar, al margen de lo estrictamente comercial y crematístico
      Que me perdone el opinante del artículo anterior. Hablar de empresas, de (trasnochados) negocios en torno al medicamento, de márgenes comerciales…puede que para él tenga mucho sentido. Me lo creo, pues tras las actividades relacionadas con la drogadicción o las armas, la industria farmacéutica parece ser que les sigue en rentabilidad.

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