• El estigma que afecta al 62% de los pacientes con migraña

    Más del 62% de las personas que sufren migraña se sienten estigmatizadas y ocultan la enfermedad cuando tienen que explicar el motivo por el que faltan al trabajo o a un evento social, a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que un ataque de migraña puede llegar a ser tan invalidante como la ceguera o la tetraplejia.

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    Así lo lamentan desde la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE). Lo hacen con motivo de la celebración, este 12 de septiembre, del Día Internacional de la Acción contra la Migraña. Recuerdan que se trata de una enfermedad neurológica que afecta a aproximadamente cinco millones de personas en España. Y que se considera la primera causa de discapacidad entre las personas de 16 y 50 años.

    Las crisis se caracterizan por episodios de dolor que pueden durar hasta tres días. Suelen estar acompañados de hipersensibilidad a la luz, al ruido, a los olores. Empeoran con la actividad física de rutina (caminar, por ejemplo). Además, los pacientes pueden tener náuseas, incluso vómitos. Y aproximadamente un 30% sufren un fenómeno denominado aura, siendo más común el visual, que impide al paciente leer, conducir o desempeñar con normalidad sus actividades.

    Es también frecuente que algunos afectados describan un gran cansancio o dificultad para concentrarse al final de las crisis de migraña. Todo esto explica el motivo por el que la migraña es el tipo de cefalea que más impacto tiene en el trabajo. Con una reducción de la jornada laboral superior a 12 horas semanales en el 10% de los trabajadores afectados.

    Una patología invisibilizada

    Sin embargo, y a pesar de estos datos, la migraña suele ser banalizada y, por tanto, invisibilizada. “La cefalea es un síntoma común entre la población, pero no todos los dolores de cabeza son iguales. La migraña no es un simple dolor de cabeza porque se caracteriza por una cefalea muy intensa y muy incapacitante. Muchas personas que no conocen la enfermedad consideran que el dolor no es incapacitante o que se debe a malos hábitos de la persona. Sin embargo, es una enfermedad neurológica que tiene una base genética, que aparece de forma inesperada y condiciona enormemente la vida laboral, social y familiar de las personas que la padecen, comenta el Dr. Pablo Irimia, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra y coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas de la Sociedad Española de Neurología (GECSEN).

    Una campaña para visibilizarla

    Con el fin de mejorar la visibilidad de la migraña, AEMICE lanza la campaña Invisibles. Así, a través del hashtag #hazvisiblelamigraña, pretende hacer un llamamiento a la sociedad para que conozcan la enfermedad y se visibilice a los pacientes como se merecen.

    La iniciativa también incluye una llamada a la acción a la población para que quien lo desee exprese públicamente su compromiso para visibilizar a la migraña. La campaña irá acompañada de un vídeo de concienciación sobre la falta de reconocimiento de la patología que sufren las personas con migraña por parte de la sociedad y la necesidad de la implicación de todos.

    “La migraña es una enfermedad invisible no solamente porque no podamos ver los síntomas o identificar a las personas que la tienen a simple vista, es invisible por la falta de reconocimiento que tenemos por parte de nuestro entorno. Puede ser un familiar que convive con nosotros que no entiende y se enfada cuando tienes un ataque de migraña el día de la graduación de tu hijo, o el médico que le quita importancia a los síntomas. Pero lo peor lo sufren los pacientes con migraña crónica, quienes sufren más de 15 días de migraña al mes. A pesar de la discapacidad de comporta los órganos públicos responsables no reconocen la discapacidad que provoca la migraña y su consecuente incapacidad laboral que puede suponer en muchos de esos casos. No podemos ser INVISIBLES durante más tiempo. Ya es suficiente con la enfermedad que padecemos”, subraya la presidenta de AEMICE, Isabel Colomina.

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