Una pedanía del municipio albaceteño de Tobarra, Los Mardos, se ha rebelado contra la instalación de una granja de cerdos que pretende el engorde de 1.990 animales donde apenas viven sesenta vecinos. Argumentan en contra de la explotación porcina los motivos que ya explicaron en 2018 los doctores Martínez-Moratalla y Prado, quienes lanzaron las primeras advertencias cuando este tipo de negocio empezó a planear por localidades como Alpera, Carcelén, Tarazona de La Mancha o Montealegre del Castillo. Los vecinos de Los Mardos, como estos médicos, están convencidos de que se enfrentan a un problema de salud pública.
Contaminación del suelo, el agua y el aire son, a grandes rasgos, las consecuencias de los purines de los cerdos. La orina y los excrementos de estos animales acaban pasando al aire en forma de gases que se pueden transformar en aerosoles respirables, unos irritantes que, mantenidos en el tiempo, pueden producir inflamación de la vía aérea y causar enfermedades respiratorias, según ha repetido en numerosas ocasiones el neumólogo Jesús Martínez-Moratalla.
Además, el informe de la doctora Prado, intensivista en el Hospital General Universitario de Albacete, ha encontrado relación entre el mal olor y la proliferación de casos de estrés y otras enfermedades en personas que viven cerca de estas explotaciones, sin olvidar los tratamientos antibióticos a los que se somete a estos animales.
«Puede ser vector de transmisión de varias enfermedades»
El acuífero
No obstante, lo que más preocupa a esta zona de la provincia de Albacete, especialmente castigada por la sequía, es que los purines, como ha pasado en zonas de Valencia, acaben por filtrarse a un acuífero ya de por sí castigado.
Y es que el informe de la Dra Prado insiste en que «la contaminación del agua causada por la filtración de purines altera el equilibrio del ecosistema acuático, favorece la resistencia a los antibióticos y puede ser vector de transmisión de varias enfermedades». Tampoco duda el Dr Moratalla al afirmar que «el aire también puede verse contaminado por las emanaciones producidas en las granjas».
«El aire también puede verse contaminado por las emanaciones producidas en las granjas»
Pero la realidad es que una empresa solicita al Ayuntamiento de Tobarra, según reza el Boletín Oficial de la Provincia, permiso para una explotación porcina para 1.990 plazas. Y es que, a partir de 2.000 cabezas, la denominación pasaría de granja a macrogranja, lo que dificultaría las autorizaciones administrativas.
Cuatro municipios afectados
En cualquiera de los casos, esta pequeña pedanía, que acaba de crear una organización para defenderse, no está dispuesta a rendirse. La Plataforma en Defensa de Los Mardos y Comarca busca el apoyo de los municipios con los que comparte acuífero, como Tobarra, Ontur, Albatana o Fuenteálamo para que unas aguas con los niveles de nitratos al límite no tengan su viabilidad en peligro. Mientras tanto, el Ayuntamiento de Tobarra también busca soluciones.