• Impuestos que salvan vidas: azúcar y alcohol

    El Autor

    Carlos Fernández Escobar

    Médico Interno Residente de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Escuela Nacional de Sanidad – Instituto de Salud Carlos III. Vocal de ARES – Asociación de Residentes de Medicina Preventiva y Salud Pública

    Este mes de mayo han ocurrido dos grandes eventos que salvarán miles de vidas en los próximos años. No se trata de novedosas vacunas ni de fármacos contra el cáncer, sino de algo sencillo y que podría pasar desapercibido: la subida de precios al alcohol (en Escocia) y el impuesto a las bebidas azucaradas (en Irlanda).

    Salvar vidas, mejorar la salud de las personas, prevenir las enfermedades y promover la calidad de vida son objetivos que persiguen todas las sociedades democráticas. La salud es un valor fundamental para muchas personas en nuestro país, especialmente cada 22 de diciembre, cuando decimos todos a una “lo importante es la salud” (y no nos toca nada en la Lotería de Navidad). La pregunta es: ¿Cómo mejorar la salud? ¿Cómo prevenir las enfermedades?

    Vivimos en una sociedad donde predominan las llamadas “enfermedades crónicas”, como el cáncer, las enfermedades del corazón, la diabetes y la obesidad. Muchos de estos problemas afectan a personas adultas jóvenes, que sufren una pérdida en su calidad de vida o mueren antes de tiempo. Sabemos que un gran porcentaje de estas dolencias (alrededor de un 60-80% se pueden prevenir simplemente actuando sobre cinco causas o “factores de riesgo”: alimentación, actividad física, peso corporal y consumo de alcohol y tabaco.

    ¿Cuánto cuesta llevar una vida sana? Y, ¿cómo de barato es llevar una vida insana?

    Hay muchos factores que determinan estos hábitos de salud: nuestro nivel educativo, nuestra capacidad económica, la influencia de nuestras amistades y familiares, la publicidad y el marketing, la disponibilidad de alimentos saludables y parques para correr, etcétera. Unos de los factores más importantes y estudiados son los económicos: ¿Cuánto cuesta llevar una vida sana? Y, ¿cómo de barato es llevar una vida insana? Concretamente, el precio de los alimentos insanos (como las bebidas azucaradas), del alcohol y del tabaco tienen una gran influencia en la salud de la sociedad: cuanto más baratos son estos productos, más fácil es consumirlos y más enfermedades causan. Por este motivo, este mes dos países europeos (Escocia e Irlanda) han decidido actuar sobre el precio del alcohol y de las bebidas azucaradas, respectivamente.

    Escocia ha aplicado este 1 de mayo una política para aumentar el precio del alcohol, llamada “precio mínimo unitario (MUP, en inglés). La idea es que desaparezca el “alcohol barato”, poniendo un precio mínimo de venta para cada bebida alcohólica (cerveza, vino, destilados…) según su contenido de alcohol. Por ejemplo, una botella de vodka de 750 mL no podrá venderse a menos de 13 libras (hasta ahora podía conseguirse a 8 libras o menos). Esta medida está específicamente diseñada para reducir el consumo en las personas que más daños sufren por el alcohol, que consumen grandes cantidades de alcohol barato.

    El impuesto ha reducido en más de un 20% la venta de bebidas azucaradas en Cataluña

    Casi a la vez, un país vecino, Irlanda, ha implementado un impuesto sobre las bebidas azucaradas. Esta medida encarece las bebidas que contienen más de 5 gramos de azúcar por 100 mililitros, que corresponden principalmente a los llamados “refrescos” y “bebidas energéticas”. Conocemos que el consumo habitual de estas bebidas aumenta el riesgo de obesidad y diabetes, tanto en personas adultas como en niños y niñas. En Cataluña está en vigor un impuesto parecido desde mayo de 2017, y hace pocos días se publicó la evaluación de su impacto. La conclusión es que este impuesto ha reducido en más de un 20% la venta de bebidas azucaradas en Cataluña, lo cual es una gran noticia para la salud pública.

    Estos dos ejemplos recientes son solo una muestra del cambio de los tiempos. Cada vez más gobiernos democráticos ponen la salud de sus ciudadanos y ciudadanas en el foco político, y llevan a cabo medidas innovadoras y decididas para prevenir las enfermedades crónicas. No sabemos con certeza cuántos cientos o miles de personas se beneficiarán en el futuro de estas medidas, ni cuántos años de vida libres de enfermedad y discapacidad podrán disfrutar. Probablemente estas personas tampoco sepan nunca que su bienestar ha sido posible gracias a una simple subida de impuestos realizada años atrás. Por ello, celebremos estas noticias en su lugar. Y, sobre todo, tomemos ejemplo.

    ¡Hurra!

    PD: puedes conocer más sobre estas medidas en mis vídeos cortos en YouTube. “Escocia pone fin al alcohol barato”

    y “El impuesto a las bebidas azucaradas: una buena idea”