Desde el parte del 2 de diciembre de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha hasta el último del 12 de febrero, el coronavirus se ha cobrado 1.380 vidas en la región. Han bajado tanto los contagios detectados como las hospitalizaciones, lo que ha llevado a una rebaja de las restricciones, pero el riesgo de acabar hospitalizado o intubado está aumentando. Según las últimas estadísticas, de cada cien contagiados, doce acaban hospitalizados y cuatro intubados. El coronavirus da síntomas, en cualquiera de los escenarios, de que, mientras la vacunación no se generalice, no se puede bajar la guardia.
De cada cien contagiados, doce acaban hospitalizados y cuatro intubados
Castilla-La Mancha abría el viernes el cierre perimetral de sus municipios, vigente desde el 19 de enero, al tiempo que abría también hostelería, grandes superficies comerciales o gimnasios. Y es que los datos de incidencia del coronavirus no dejan de mejorar. Sin embargo, si bien frenan los contagios, la región no sale del “riesgo extremo”. La población no puede bajar la guardia hasta que despegue la vacunación, lo que no sucederá a corto plazo. Y es que las dos dosis apenas si han llegado al 2% de los habitantes de Castilla-La Mancha.
Desde el parte del 2 de diciembre, el coronavirus se ha cobrado 1.380 vidas en Castilla-La Mancha
Los meticulosos análisis del pediatra Juan Ríos demuestran la evidente mejoría de unas cifras que, si bien no dejan de ser trágicas por los cientos de muertos, descienden en número de contagios a 14 días, lo que permite que Albacete y Ciudad Real bajen un escalón. No obstante, se ha abierto la movilidad de puertas para adentro de Castilla-La Mancha cuando el “riesgo extremo” aún está presente en numerosos municipios y en todas las capitales de provincia.