• Investigar a golpe de donativo

    ¿Seguiremos con esa línea de investigación el próximo curso? ¿No se cansarán los colaboradores de tanta carrera, evento o sorteo? Así viven gran parte de los científicos, sin saber qué será de ellos o de su trabajo de un año para otro. Investigan a base de donativo, sin futuro ni estabilidad alguna. De hecho, hace ya dos años y medio que el oncólogo Alberto Ocaña dio por perdido su trabajo en busca de nuevos tratamientos contra el cáncer. Cuando este médico le comentó a la presidenta de Acepain, Joaqui Alarcón, la precaria situación de sus investigaciones, ella no tardó en responder. Le dijo que estaba dispuesta a sacar dinero de donde hiciera falta para que no se marchara fuera de Albacete. Y es que ella fue una de las pacientes a las que un nuevo fármaco le dio una segunda oportunidad. Desde entonces, Acepain ha recaudado 145.000 euros.

    Ocaña, junto a las tres investigadoras que apoya Acepain.

    Encuentros de cortadores de jamón, carreras nocturnas, actuaciones o cuestaciones. La asociación de lucha contra el cáncer Acepain no descansa en su búsqueda frenética de financiación porque de ella dependen los contratos y el trabajo de la bioquímica Cristina Nieto, la biotecnóloga Lucía Alcaraz y de la doctoranda Miriam Nuncia. Esta pequeña organización, que cada día suma nuevos apoyos, asume tres sueldos modestos, la compra de material de laboratorio e incluso el coste de las publicaciones en revistas científicas de impacto internacional. Así, si bien el reto no está resultando fácil, no ha dejado de dar resultados.

    Alberto Ocaña es el padre, junto al también investigador Atanasio Pandiella, de un fármaco que detiene la progresión del cáncer de mama más agresivo, el triple negativo. Pero él desde Albacete y Pandiella desde el Centro de Investigación Oncológica de Salamanca no habrían llegado a nada si no es por el apoyo de las asociaciones de pacientes.

    No hay fin de semana sin evento benéfico, pero la respuesta no cesa porque las asociaciones han sabido transmitir a la población que, ante la indiferencia política, este tipo de actos son la única respuesta.

    Acepain ha entregado 145.000 euros a la investigación

    Ahora, dentro del Centro Regional de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), Alberto Ocaña busca nuevas dianas terapéuticas contra el cáncer junto a Eva María Galán, Javier Pérez Peña, Ana Lucía Alcaraz Sanabria, Cristina Nieto Jiménez, Sandra Martínez Canales, Miriam Nuncia Cantarero, Fernando Andrés Pretel, Miguel López de Rodas Gregorio, Mar Noblejas López, Sara Morcillo García y Verónica Corrales Sánchez.

    Este equipo, al que Acepain confía sus fondos, parte de la base de que el cáncer de mama y ovario está entre las primeras causas de muerte asociada a cáncer en mujeres a nivel mundial. A pesar del avance en los tratamientos, un alto porcentaje de las pacientes no llega a curarse. Esto se debe en gran parte a la ausencia de fármacos dirigidos, lo que pone de manifiesto la necesidad de desarrollar estrategias para identificar nuevas dianas terapéuticas. En este contexto, la identificación de vulnerabilidades terapéuticas que puedan ser inhibidas farmacológicamente es una necesidad.

    El equipo de Ocaña busca nuevos tratamientos contra los cánceres más resistentes

    Las líneas de investigación del equipo de Ocaña tienen como principal objetivo la búsqueda de vulnerabilidades terapéuticas en estos tumores mediante el uso de cribados farmacológicos, análisis transcriptómicos y estudios funcionales. El fin último de este equipo es atacar los tumores de forma global, no solo atacando las células tumorales sino controlando las interacciones dentro del nicho tumoral.

    El Colegio de Mediadores de Seguros ha reconocido el sacrificio de Acepain concediéndole la Bacía de Don Quijote.