6 de agosto.
Me duermen, me despiertan.
No siento dolor.
Son dos
Voces a mi espalda, que
reconocería en cualquier lugar.
Por delante
rostro escondidos.
Y una mano me indica donde mirar.
Cuento hacia atrás.
Cuarenta, treinta y nueve, treinta y ocho, … llego al uno.
Palabras de aliento.
Una gasa mojada en mis labios
Otra vez
El sonido de una taladradora.
Agua corriendo por mi espalda
Mira aquí, derecha.
Mira aquí, izquierda.
Cuenta.
Otra vez.
Y otra.
Un reloj en la pared, al
que no veía la hora.
Dos mujeres.
Dos hombres.
Y mi vida en sus manos.
Una más observando.
Otras ayudando a los de atrás.
Y unos ojos azules como el cielo, que hablaban en vez de mirar.
Ya está, duermo.
Y hoy estoy aquí.
Sentada en mi cama escribiendo, feliz.
Hoy puedo seguir luchando.
Tras 13 años con párkinson, me he sometido a la operación en la me han puesto un estimulador cerebral. Una cirugía dura, pero que volvería a pasar si fuera necesario. Gracias al equipo de Neurología del hospital de Albacete, gracias al personal de la planta 5 y reanimación, gracias a mi familia y a todos los que han preguntado por mí. Gracias.