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Europa tiene una gran diversidad de sistemas de atención médica, y dos de los modelos sanitarios más influyentes son el Modelo Beveridge y el Modelo Bismarck. Estas estructuras sanitarias han dejado una marca significativa en la forma que los países europeos abordan la atención médica de sus ciudadanos.
Modelo Beveridge: Servicio Nacional de Salud
La idea principal del Modelo Beveridge se basa en que la atención médica es un derecho básico de todos los ciudadanos, independientemente de su estatus económico. Trata de priorizar la equidad y el acceso igualitario de la población en la atención médica.
Se caracteriza por un sistema gestionado por el Estado, con el objetivo de proporcionar atención médica universal y financiada a través de los impuestos sobre la renta.
El riesgo que puede conllevar este sistema se puede trasladar en dificultades de sostenibilidad financiera y listas de espera considerables, por lo que la estrategia económica y de gestión debe ser muy precisa y eficiente.
Estos son algunos países que se encuentran bajo este modelo: Reino Unido, España, Italia, Suecia, Noruega, Portugal, Finlandia y Grecia.
Modelo Bismarck: Sistema de Seguros Sociales
El Estado y el sector privado, en el Modelo Bismarck, tienen un papel importante en cuanto a la provisión de la atención médica hacia sus poblaciones.
Se puede financiar a través de las contribuciones obligatorias que pagan los empresarios y los trabajadores o mediante impuestos. Estos recursos financieros son gestionados por unos fondos no gubernamentales regulados por ley, los cuales se encargan de contratar hospitales, médicos y otros agentes y/o servicios que sean necesarios para cubrir la atención médica de los asegurados.
Aunque promueve la competencia entre los centros hospitalarios y el personal sanitario, puede generar desigualdades sociales de accesibilidad debido a las diferencias en la renta; siendo los ciudadanos con unos ingresos menores los más afectados.
Algunos de los países que se encuentran en modelo Bismarck son: Alemania, Bélgica, Suiza, Austria, Grecia, Luxemburgo y Países Bajos.
Por consiguiente, el modelo Bismarck destaca en los países de Europa central, mientras que en los países de Europa del norte y del sur, predomina el modelo Beveridge.
Fuente: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
En busca de la eficiencia
La elección entre estos dos modelos sanitarios refleja los valores culturales, sociales, económicos y políticos de cada país. La mayoría de los sistemas de Salud en Europa son mixtos, por lo que incorporan componentes de ambos modelos para tratar de conseguir un equilibrio óptimo y beneficioso.
El principal objetivo de cada país es lograr una atención médica óptima y un acompañamiento que logre mejorar la calidad de vida de las personas. Analizando las ventajas e inconvenientes de cada modelo de gestión, así como otros indicadores de salud que se hayan podido estudiar, los países europeos continúan buscando métodos eficientes para cuidar de la salud de las poblaciones.
