• La sequedad, el azote de nuestros ojos

    El ojo seco va más allá de tener pocas lágrimas

    El Autor

    José Ramón Villada

    Médico oftalmólogo, director médico de la Clínica Baviera de Albacete, donde dirige su Unidad de Ojo Seco

    El síndrome de ojo seco se ha convertido en la causa más frecuente de consulta en oftalmología general. ¿Porqué se secan nuestros ojos? Para entenderlo tenemos primero que entender cómo funciona el sistema lagrimal.

    El ojo seco va más allá de tener pocas lágrimas. El oftalmólogo José Ramón Villada analiza este problema, cada vez más común.

    Para entender el ojo seco hay que saber dónde y cómo se producen las lágrimas

    Alrededor de nuestros ojos tenemos glándulas que producen lágrimas. La glándula lagrimal principal, que se encuentra cubierta por nuestro párpado superior, es la más conocida, pero poseemos glándulas diminutas, distribuidas por la conjuntiva, que también producen lágrimas.

    Tenemos dos clases de secreción lagrimal, la basal, que se produce continuamente y la reactiva, que se produce solo en algunas situaciones, cuando necesitamos más lágrimas o cuando hay una estimulación mayor, como por ejemplo cuando pelamos una cebolla o cuando estamos fuera en un día de mucho viento.

    Las lágrimas se renuevan continuamente. Se secretan y después de cumplir su función, desaparecen de nuestro sistema ocular externo entrando por diminutos agujeritos que tenemos en nuestros párpados y que se llaman puntos lacrimales. Tenemos uno por párpado, superior e inferior, y se encuentran en la parte del párpado más cercana a la nariz.

    Si nos miramos a un espejo y tiramos un poco hacia abajo de nuestro párpado inferior, podemos verlos fácilmente, siempre que nuestra visión de cerca sea adecuada.

    La lágrima

    La lágrima, a pesar de ser una fina película que recubre la superficie de nuestros ojos, tiene una estructura compleja compuesta básicamente de tres capas: la más interna es una capa mucosa que facilita la adherencia a la superficie ocular, la intermedia, que es la más abundante, es una capa acuosa, similar al suero de la sangre, pero con diferencias significativas con éste, y la más externa, que es una capa grasa que evita que la lágrima se evapore cuando está en contacto con el ojo. Cada una de estas tres capas se producen por glándulas o células distintas en distintos lugares de nuestra superficie ocular.

    Las funciones de la lágrima

    Las lágrimas tienen funciones muy importantes, tanto para nuestros ojos como para nuestra visión. Primeramente, mantienen nuestros ojos humedecidos. Hay que recordar que la conjuntiva, que recubre nuestros ojos y párpados dentro de las “cuencas” de los ojos, excepto en la parte que corresponde a la cornea, es una mucosa y por lo tanto debe permanecer siempre húmeda. También sirven de mecanismo de arrastre de pequeñas partículas que flotan en el aire y que pueden adherirse a la superficie de nuestros ojos. Además poseen enzimas como la lisozima que nos protegen de infecciones, y muchas otras proteínas, electrolitos etc, que son importantes para el funcionamiento de nuestra superficie ocular. Por último, son la primera contribución a tener una buena calidad visual.

    Problemas de visión

    La interfase entre el aire y la córnea es la primera porción del ojo que contribuye al enfoque de las imágenes en la retina. Una interfase irregular debido a una película lagrimal defectuosa, va a hacer que las imágenes que percibimos no sean claras.

    Causas del ojo seco

    El ojo seco es una enfermedad de etiología multifactorial, quiere esto decir que hay muchos factores que contribuyen al desarrollo de este padecimiento. La edad, el sexo, situación hormonal, factores ambientales, alimenticios, ciertos medicamentos, intervenciones quirúrgicas, traumatismos químicos, defectos de posición o función de los párpados, inflamaciones del borde de los párpados o de las glándulas que contienen, enfermedades autoinmunes y un largo etcétera de otras condiciones nos conducen a la sequedad ocular

    El diagnóstico se hace a través de medidas de la cantidad y calidad de la lágrima, estudios de integridad y funcionalidad de las glándulas que segregan componentes de la lágrima y mediante la medida de la osmolaridad de ésta.

    Tipos de ojo seco

    Hay básicamente dos tipos de ojo seco, el debido a déficit en la cantidad de lágrimas y el debido a la alteración de la composición de la lágrima, que puede conducir a una evaporación rápida de la lágrima con la consiguiente sequedad ocular.

    El tratamiento básico es el sustitutivo de la lágrima por lágrimas artificiales, pero no todas las lágrimas son iguales, ni en su composición ni en su efectividad.

    No todas las lágrimas son iguales

    Es creencia popular, a veces sostenida por consejos desacertados, que todas las lágrimas artificiales sirven para tratar cualquier condición de ojo seco. Nada más lejos de la realidad. Las lágrimas se diferencian en su composición, su concentración, el vehículo que las acompañas y los conservantes si los hubiera.

    Es necesario que tengamos un diagnóstico acertado del tipo de ojo seco que padecemos y las circunstancias que nos han conducido a ello para instaurar el tratamiento más acertado en cada caso. La multifactorialidad en la etiología del ojo seco hace que su tratamiento deba ser estudiado e individualizado para cada paciente por un especialista en oftalmología y con especial interés en el diagnóstico y tratamiento de este padecimiento.

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