• Salvar vidas nutriendo en los hospitales

    Mientras lee estas líneas, hay pacientes ingresados que podríamos salvar

    El Autor

    José Joaquín Alfaro Martínez

    Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete

    Hace bastante tiempo que sabemos que un 25% de los pacientes ingresados en los hospitales españoles están desnutridos o tienen riesgo de estarlo. También sabemos que estos pacientes le cuestan más dinero al sistema y que tienen más riesgo de fallecer.

    Proporcionar en los hospitales un soporte nutricional individualizado salva muchas vidas

    Alguien podría pensar que es una lástima que esto ocurra, pero que mejorar su estado nutricional no tiene por qué influir en el pronóstico. Sin embargo, desde hace al menos dos años tenemos evidencia científica de que proporcionar en los hospitales un soporte nutricional individualizado a pacientes desnutridos o en riesgo nutricional salva muchas vidas y ahorra muchas complicaciones (y las complicaciones, en los hospitales, además de vidas cuestan dinero).

    ¿Y qué es esto de un soporte nutricional individualizado? ¿Que el paciente pida la comida a la carta como en un restaurante? En modo alguno.

    Lo que significa es que, en primer lugar, se calculen las necesidades nutricionales de ese paciente, en segundo lugar que se adapte su dieta para ayudarle a cubrir esas necesidades y, lo más importante, que de forma prácticamente diaria se evalúe si el objetivo nutricional se está cumpliendo, y si en 48-72 horas se comprueba que lo que se está haciendo no funciona, cambiarlo, nutrir de otra forma, con el objetivo de que el paciente obtenga los nutrientes que necesita. Y seguir evaluando. Es decir, no conformarse con que el paciente “coma”, sino comprobar activa y continuamente si está comiendo lo que necesita y, en caso contrario, adoptar otras estrategias nutricionales.

    El estudio EFFORT, un ensayo clínico aleatorizado llevado a cabos en pacientes como los de nuestros hospitales, demostró, con toda la fuerza de la medicina basada en la evidencia, que por cada 25 pacientes en los que actuamos así evitamos una complicación grave durante el ingreso, y que de cada 37 pacientes así tratados evitamos que uno muera en los 30 días siguientes al ingreso.

    Salvar vidas en el próximo mes

    No estamos hablando de evitar enfermedades graves en los próximos diez años. Estamos hablando de salvar vidas en el próximo mes.

    Nuestro Complejo Hospitalario Universitario de Albacete tiene algo más de 600 camas. Si diariamente tuviera ocupadas 500, tendríamos 125 pacientes ingresados cada día que presenta desnutrición o riesgo nutricional. Supongamos que 25 de ellos están en unidades de críticos, o son pacientes terminales, o que deben permanecer en dieta absoluta, todos ellos pacientes que no fueron incluidos en el mencionado estudio EFFORT. Nos quedan 100 pacientes.

    Si diéramos soporte nutricional individualizado cada día a estos 100 pacientes estaríamos ahorrándole una complicación grave a 4 de ellos, y salvándole la vida a casi 3. Esto es muchísimo más de lo que ofrecen otros tratamientos, o medidas profilácticas, que se indican a diario en los hospitales.

    ¿Cómo?

    ¿Y cómo puede hacerse? En primer lugar hay que tener la voluntad de salvar vidas de una forma tan aparentemente sencilla, y quizá poco vistosa, como dar a cada enfermo hospitalizado la forma de nutrición que necesita, y en segundo lugar hace falta suficiente personal especializado para atender cada día a esos pacientes: médicos especialistas en Endocrinología y Nutrición, dietistas-nutricionistas y enfermeras expertas en Nutrición Clínica.

    Recientemente el Sescam ha anunciado la contratación de los médicos internos residentes que acaban este año su especialidad en un buen número de especialidades, concretamente de las que considera «críticas para la mejora de la calidad de la asistencia sanitaria». Entre dichas especialidades no se encuentra la Endocrinología y Nutrición.

    Nuestras autoridades

    Está mal que reducir, en el corto, medio o largo plazo, las complicaciones y muertes ocasionadas por dos enfermedades tan prevalentes como la diabetes mellitus y la obesidad no se considere importante para mejorar la calidad de la asistencia sanitaria. Más sangrante me parece que salvar, desde ya, tan solo en el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, decenas de vidas de pacientes desnutridos cada año, tampoco les parezca a nuestras autoridades algo crítico para la calidad de la asistencia sanitaria.

    A modo de resumen: de lo que estoy hablando es de que entre los pacientes que hay ingresados en nuestro Complejo Hospitalario en este momento, mientras usted lee estas líneas, hay entre dos y cuatro que van a morir, pero que no morirían si pudiéramos ofrecer soporte nutricional individualizado a esos cien pacientes a los que deberíamos dárselo.

    Comentar

    Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

    *