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Un ingreso hospitalario imprevisto trunca el derecho al voto del paciente
Este 23 de julio habrá pacientes que no puedan ejercer su derecho al voto. Todos aquellos enfermos, la mayoría, que hayan tenido un ingreso hospitalario imprevisto, se quedarán sin votar, porque su única posibilidad era el voto por correo y, cuando acabó el plazo, el paciente igual no sabía que el día en cuestión acabaría en la cama de un hospital.
“No se puede otorgar un poder a nadie para votar en las elecciones”
Y es que El Consejo General del Notariado lo deja claro en su página web: “No se puede otorgar un poder a nadie para votar en las elecciones”.
Así, si el día de las elecciones una persona puede prever que va a estar ausente, puede tramitar el voto por correo.
En relación con los pacientes ingresados, lo único que establece la Ley es que, “si una persona está enferma y no puede desplazarse para tramitar ese voto por correo, lo que debe acreditarse con un certificado médico, puede otorgar un poder a un tercero ante notario para que recoja toda la documentación del voto por correo y lo tramite en su nombre”.
Los llamados poderes electorales se otorgan ante notario de manera gratuita, pero sólo tienen sentido si el enfermo sabe con antelación cuál va a ser su situación.
Aquellos pacientes crónicos que se suelen descompensar con facilidad y acaban encadenando ingresos hospitalarios suelen recurrir al voto por correo, pero quien ingrese de urgencia no tiene margen.
Transporte adaptado
El voto por correo y sus plazos es la única respuesta para el enfermo que quiera votar y no pueda moverse, bien de su casa o del hospital.
Para aquellas personas con problemas de movilidad, hay recursos, como el transporte adaptado de Cruz Roja, para que un equipo lo lleve y lo traiga para ejercer su derecho al voto.
