• Los pediatras insisten en un plan frente al abuso de pantallas

    Ya hay niños que disponen de un móvil desde los 11 años y el 98% de los menores de 16 años tiene acceso a Internet, de ahí que los pediatras, preocupados por las consecuencias del abuso de las pantallas, propongan a los padres una guía, un plan digital familiar para establecer los límites.

    Alianza entre los pediatras y la Agencia de Protección de Datos, que proponen: ‘Cambia el Plan’

    Además, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y la Asociación Española de Pediatría (AEP) han lanzado la campaña ‘Cambia el Plan’, una iniciativa para promover la salud digital de los menores a través de la concienciación de las familias, reduciendo los riesgos que supone a nivel físico, mental, sexual y social el uso intensivo y sin control de las pantallas.

    Plan Digital Familiar

    Para aprender a utilizar las tecnologías de forma positiva y disminuir los riesgos que conlleva un uso inadecuado de la misma, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha elaborado el Plan Digital Familiar de la AEP, una guía de recomendaciones adaptada a las necesidades de cada familia y a la edad de los menores que la componen.

    Y es que los menores de 16 años se han convertido en los grandes consumidores de dispositivos con acceso a Internet. Según el estudio del Observatorio Nacional Tecnología y Sociedad (ONTSI), en España, el 95% de los menores de 16 años utiliza el ordenador y el 98% usa internet.

    La adopción del teléfono móvil es inferior, pero siete de cada 10 menores disponen de este dispositivo, al que acceden desde los 11 años y uno de cada tres está enganchado a las redes sociales, a las que se conectan todos o casi todos los días, según una investigación de Unicef.

    Aspectos positivos y negativos

    A medida que los niños crecen y pasan más tiempo con la tecnología digital, experimentan más aspectos positivos y negativos.

    Y preocupa, cada vez más, el impacto que pueda tener sobre su bienestar un uso excesivo.

    “Lo primero que debemos tener claro es que las tecnologías han venido para quedarse y forman parte de nuestra vida. Los niños y adolescentes son especialmente vulnerables a sus riesgos al estar en desarrollo” apunta la doctora María Salmerón, coordinadora del grupo de trabajo de Salud Digital del Comité de Promoción de la Salud de la AEP.

    Los padres deben educar con el ejemplo

    “Lo que sí debemos tener en cuenta es que es difícil que los niños, de forma autónoma, hagan un buen uso de la tecnología. Por eso, es importante que nosotros, como padres, eduquemos a través del ejemplo, les supervisemos, estemos disponibles para ellos y establezcamos límites; en definitiva, que les ayudemos a gestionar su uso”, añade la experta.

    Cómo se establece un plan

    El Plan Digital de la AEP se materializa en un documento que las familias pueden adaptar a sus circunstancias particulares. Así, ofrece la opción de elegir entre una serie de propuestas basadas en recomendaciones científicas; unas en función de la edad y otras generales para todos los miembros. Tras la selección, se puede descargar un documento ‘personalizado’ para aplicarlo en el hogar.

    La recomendación es que los padres y las madres lo estudien y valoren antes de establecer los límites, ya que estos serán para todos los miembros de la familia. “Antes de poner normas, debemos establecer un diálogo y ver qué límites nos sentimos capaces de cumplir. La pregunta que debemos hacernos es ¿qué papel queremos que juegue la tecnología en esta casa?”, expone la doctora Salmerón.

    El pediatra también forma parte del plan

    Uno de los objetivos del plan es dotar a los pediatras de una herramienta sencilla que pueda usar en la consulta para informar y acompañar a las familias con el objetivo de prevenir los riesgos. Con este fin se ha desarrollado un apartado específico para profesionales en el que se ofrecen detalles del plan, por qué es importante y cómo usarlo en la consulta. 

    El gran reto de las familias

    En cuanto a los factores protectores de la tecnología, los expertos aseguran que la mayor parte se encuentran detrás de la pantalla: realizar actividades de ocio que nos gusten, una buena red social offline y confianza con la familia para poder dialogar y compartir inquietudes.

    Introvertidos e irritables

    Con respecto a las señales de alarma de que algo no va bien en el entorno digital, la doctora Salmerón explica que siempre que se perciba un cambio significativo en la conducta de los hijos como, por ejemplo, entre otros, que dejen de salir con sus amigos, que se muestren más introvertidos o irritables, que empeore la comunicación en casa o que baje su rendimiento escolar, “nos debemos sentar a hablar con ellos para saber qué está pasando y, en caso necesario, pedir ayuda profesional”.

    Las claves

    El uso de pantallas es una realidad ubicua. Sin embargo, los medios digitales impactan sobre la salud a nivel físico, psicológico y social en todas las etapas de la vida. Los niños y adolescentes tienen un mayor riesgo por encontrarse en pleno desarrollo madurativo. El objetivo del Plan Digital Familiar de la AEP es ofrecer pautas para hacer un buen uso de los medios digitales con el fin de obtener las ventajas que puede aportar la tecnología reduciendo los riesgos que impactan sobre la salud y el bienestar, que son los siguientes:  

    Mantener las pantallas encendidas “como ruido de fondo” genera distracción para el aprendizaje de vocabulario, atención y juego de los niños.

    No más de dos horas

    Un tiempo de uso prolongado mayor de dos horas de los medios digitales impacta sobre la salud a nivel físico (sueño, alimentación, salud ocular, etcétera), a nivel social (menor interacción social en la vida real) y mental (mayor riesgo de síntomas depresivos).

    Postura inadecuada

    Cuando usamos los medios digitales estamos tumbados o sentados. Una mala postura favorece el dolor de espalda. Además, el uso repetido con los dedos sobre un teclado o mando de un ordenador o videoconsola cuando jugamos puede provocar lesiones en el aparato locomotor.

    Fatiga visual y riesgo de sobrepeso

    Las pantallas durante las comidas se asocian con una mayor ingesta calórica, mayor riesgo de una dieta poco saludable y reducen la interacción de la familia durante la comida.

    Dificultad para dormir

    Las pantallas antes de dormir provocan: dificultad para conciliar el sueño, disminución de la sensación de sueño, reducción de la secreción de melatonina y altera la arquitectura del sueño.

    Comentar

    Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

    *