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La media por operar unas hemorroides en las compañías que reúnen al 72% de los pacientes asegurados es de 92 euros de honorarios para el cirujano y 27,6 euros para su ayudante, de ahí las dificultades cada vez mayores en una sanidad privada que sufre las listas de espera casi como en la pública. Y es que, como denuncia Unipromel, nada tiene que ver lo que pagan los clientes con lo que perciben quienes los atienden.
Unipromel denuncia cómo las compañías ‘asfixian’ a la sanidad privada
Hay pacientes de la sanidad privada que no encuentran al especialista que necesitan en su provincia y tienen que viajar para que los vea un neurólogo o un endocrino, como está pasando en Albacete. También se da el caso de tener que viajar para sortear las listas de espera, porque la atención no es igual si el paciente es un asegurado o paga directamente. Y es que la remuneración de las aseguradoras a los profesionales sanitarios es tan baja que cuando, después de un año, sube la cuota de autónomo, desisten.
La asociación profesional-empresarial de médicos de ejercicio libre en la sanidad privada, Unipromel, que agrupa a unos 20.000 profesionales de toda España, ha hecho públicos los baremos en los que las compañías, desde Sanitas hasta Mapfre, no pagan ni mil euros por una cirugía.
Consultas a 10 euros
Y no es la primera vez que Unipromel advierte de cómo está la situación. El precio por la primera consulta está por debajo de los 20 euros y el de una revisión por debajo de 10 euros cuando la hora de un médico, a precios de mercado, debería rondar los 100 euros. En Europa, especialmente en Alemania y Francia, la retribución de un médico ronda los 60 y 100 euros por consulta; las intervenciones menores de 500 a 600 y las complejas de 3.000 hasta 6.000 euros.
Unipromel pide que se cambie el sistema de baremos, que data de 1988 y 1989, “al que se siguen aferrando las compañías aseguradoras” para pagar con unos precios que Unipromel considera “de vergüenza” a los médicos de seguros privados y ha propuesto seguir otros modelos europeos, como el francés o el alemán, y que los fijen las asociaciones de médicos y el Ministerio de Sanidad.
