• Las prisiones se quedan sin médicos

    Las prisiones de Castilla-La Mancha se quedan sin médicos y, los pocos que aún ejercen en ellas, están a punto de jubilarse, lo que lleva a los facultativos a plantearse protestas para que el Ministerio de Justicia responda a las necesidades de sus pacientes.

    • Médicos en las prisiones de Castilla-La Mancha
    • Albacete. Un médico.
    • Cuenca. Un médico.
    • Herrera de La Mancha. Tres médicos próximos a jubilarse.
    • Alcázar de San Juan. Un médico.
    • Ocaña I. Dos médicos.
    • Ocaña II. Dos médicos.

    Así, la Secretaría Técnica de Prisiones de Sindicato Médico (CESM) ha anunciado que baraja tomar medidas de presión por parte de los facultativos de las prisiones en un intento de revertir la situación actual que padecen. El objetivo es “facilitar a las personas privadas de libertad una asistencia sanitaria similar a la que dispensan los servicios de salud autonómicos al resto de la población”, tal y como ha indicado el Dr Pedro Antonio Martínez, de CESM, quien ha denunciado en numerosas ocasiones tanto la indefensión de los reclusos como el hecho de nadie quiera ser médico de prisiones..

    Entre la huelgas y las concentraciones

    Desde CESM, se ha puesto en marcha una encuesta distribuida entre los médicos de las prisiones para testar las opciones disponibles, que se moverían entre huelga indefinida o intermitente, encierros en los centros, concentraciones, medidas no estrictamente asistenciales o la combinación de algunas de ellas dentro de las posibilidades del colectivo.

    Esta decisión se ha tomado después de varios años de silencio por parte de la Administración pese a los avisos del sindicato. Desde 2019, la Confederación ha intentado mantener un diálogo fluido tanto con el Ministerio del Interior como con el de Administraciones Públicas y el Ministerio de Hacienda, intentando aportar soluciones a los graves problemas que presenta la sanidad penitenciaria.

    El cambio de modelo

    Sin embargo, esa interlocución buscada ha sido rechazada en reiteradas ocasiones, y las acciones llevadas a cabo han consistido en sustituir el modelo de Atención Primaria por otro de atención en urgencias.

    Los médicos como el Dr Pedro Antonio Martínez consideran que se obvia la necesidad de atender a una población penitenciaria con un elevadísimo número de drogodependientes, problemas de salud mental, personas con patología dual, una elevada tasa de pacientes con enfermedades infectocontagiosas y una población cada vez más envejecida que precisa un aumento de cuidados por sus patologías crónicas.

    CESM ha puesto en marcha una consulta a los facultativos de los centros penitenciarios para valorar las medidas de presión. “Para evitar que las personas privadas de libertad disfruten de la misma calidad asistencial que el resto de la población”, insisten desde el sindicato.

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