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Se olvidaron del personal mientras avanzaban ladrillo y tecnología y ahora la médico Fabiola Rodríguez se pregunta dónde está la gente
Autovías, AVE, aeropuertos, megabancos, multinacionales y muchas rotondas. Mientras aumentaban a marchas aceleradas estos símbolos del progreso, disminuían lo que ahora se llaman recursos humanos, la gente, el personal. Los mostradores se hacían más pequeños para dar cabida a máquinas de tickets, pantallas informativas, espacios amplios y luminosos.
Obras de proporciones faraónicas…
La Sanidad no permanece ajena a este cambio. Grandes hospitales, obras de proporciones faraónicas, aparatos de última generación. Éramos la mejor Sanidad (¿?) nos decían, seguíamos liderando los trasplantes en el mundo. Pero quienes debían ocupar esos espacios, el personal, doblaba turnos, hacía consultas en varios sitios, no era sustituido en vacaciones, veía cerrar plantas hospitalarias en verano.
No se notaba en exceso, la inercia de una Sanidad potente, con unos profesionales preparados y sobre todo muy comprometidos con el Sistema, iba supliendo carencias y manteniendo resultados. Con mucho esfuerzo personal, claro. Pero llega la Pandemia y las costuras de un traje ya tensas, estallan y se pone de manifiesto cuanto había de realidad y cuanto de propaganda. ¡Nadie estaba preparado para esto! Verdad.
¡Se podía haber gestionado de otra manera! Es posible. ¡Las valoraciones en caliente no son las más adecuadas! Seguro. Pero vemos pasar los días y seguimos viendo los mismos discursos, la misma descoordinación, la misma crispación entre quienes deberían trabajar juntos…
En las consultas de nuestros centros la gente relata sus impresiones de esta pandemia, el sufrimiento, ingresos propios o de familiares, su paso por la UCI, muertes, secuelas el daño físico y emocional, el miedo y el aislamiento y lo hacen no recordando la tecnología que saben necesaria, si no el elemento humano, el trato recibido por parte del personal. Puede que haga mucha falta un Comité de expertos para frenar la Pandemia, muchos científicos trabajando en investigación, una gran logística.
¿Más unidos y más fuertes?
Toda investigación, tecnología, infraestructura, bienvenida sea; pónganse los expertos, a la obra. Seguro que es complicado, sobre todo ahora que no parece vayamos a salir más unidos y además dudo de que lo hagamos más fuertes. Escuchemos a quienes no participan en Comités importantes pero están pegados al día a día de las cosas, porque al margen de los grandes proyectos hay acciones más sencillas que pueden mejorar los servicios, cosas que a lo mejor no son brillantes y no serán una noticia de primera plana o que no dan para una foto de inauguración , que no significan progreso tecnológico pero si humano.
No parece tan difícil, seguro que para sesudos tecnócratas y gestores lo será porque incluso suena antiguo hasta exponerlo, pero es posible que en paralelo al crecimiento tecnológico pueda facilitar mucho las cosas que a la entrada de un Centro Sanitario sea más habitual preguntar a una persona que dirigirte a una máquina, que se pueda coger cita via Internet pero que también sea fácil obtenerla por teléfono, que no haya que esperar casi una semana para una consulta de tu Médico de Familia ni meses para una de ámbito hospitalario ni años para una cirugía, que a la gente en general y a los mayores en particular no les suponga un esfuerzo titánico acceder a cualquiera de los servicios básicos, actualmente tan tecnificados, tan fríos tan ajenos a la comodidad de las personas.
“Detrás de los héroes y de los titanes, detrás de las gestas de la humanidad, y de las medallas de los generales y de la Estatua de la Libertad…detrás está la gente“
Mientras hilvanaba esta reflexión me enteraba de que la Banca en sus megafusiones despedirá a mas de 8.000 personas y que del Presupuesto que al parecer iba a tener Sanidad allá para el 2024 se habían descolgado ya más de 11.000 millones. No sé si la noticia es verdad o hay que ponerla en cuarentena como si de un caso COVID se tratara. Pero ahí está… Lo cantaba Serrat allá por 1987: “detrás de los héroes y de los titanes , detrás de las gestas de la humanidad, y de las medallas de los generales y de la Estatua de la Libertad…detrás está la gente“.
No inauguréis tantas megaobras ni tapicéis de fibra óptica hasta el ultimo rincón del globo. Si de verdad queréis facilitar la vida a los ciudadanos hay una forma más fácil, en casi todo lo cotidiano , ahora que tanto se habla de la humanización de la asistencia , que la inversión sea en tecnología pero también en recursos humanos, en trabajadores. Más trabajadores que botones y pantallas. Invertir en personal.
