Nuestra Sanidad está enferma

Nuestra Sanidad está enferma, ¿qué le pasa a nuestra Sanidad? Pues eso quisiera saber yo, porque nadie nos da una explicación de ningún tipo. Y eso que tenemos una cantidad ingente de políticos que nos podrían haber informado: desde el Presidente del Gobierno, sus vicepresidentes, ministra de Sanidad con sus directores generales, presidentes de autonomías, consejeros de Sanidad. De ahí para abajo, infinitos cargos que bien nos podrían haber explicado el motivo por el que la Sanidad está así en toda España

Y si la Sanidad está enferma, ¿cómo la curamos?

Yo entiendo que, al principio de la pandemia, había que proteger nuestro sistema. Es lógico proteger a los que, en caso necesario, tendrían que cuidarnos. Pero, con el tiempo, se fue normalizando todo menos la Sanidad. Y a día de hoy seguimos igual, la sanidad especializada no funciona y la Atención Primaria, tampoco.

Si preguntásemos a cualquier usuario del Sistema Público de Salud, nos diría que efectivamente no funciona bien. Hace unos años, nuestra Sanidad ocupaba el 5º puesto mundial. Actualmente, según la OMS, ocupamos el 7º puesto.

La cuestión es ¿cómo se va arreglar esto?

Como dije anteriormente, del presidente del Gobierno para abajo hay una cantidad de responsables que tendrían que tener prevista la solución. Pero no parece que sea así. Lo único que se oye es que va a continuar de esta forma, aunque yo no me lo creo.

Consultas presenciales

El sistema sigue siendo el mismo que antes de la pandemia, pero se han acumulado atrasos y mucha gente opina que hay que contratar más personal. Yo creo que desde antes de la pandemia hasta ahora no habrá bajado mucho la plantilla sanitaria, máxime cuando se ha contratado personal de apoyo por el COVID. Es como si pidiéramos autovías de 10 carriles porque esta Semana Santa ha habido grandes atascos.

Lo que hace falta es buscar soluciones. Yo creo que ya habría que hacer las consultas presenciales. Hace tiempo que todo el mundo desarrolla su trabajo con normalidad. Incluso nos han quitado las mascarillas en muchos locales interiores. Así que pienso que ya es hora de normalizar la Sanidad.

Las bajas de los farmacéuticos

Les voy a dar varios ejemplos de cómo solucionamos en la empresa privada, concretamente en la farmacia, cuando hay problemas o atascos en el trabajo; sencillamente trabajando más, sea de día o de noche, laboral o festivo. Concretamente, una farmacéutica, de esas que muchos dicen que es millonaria, da a luz y a los 3 días, trabajando; otro, farmacéutico, también millonario, por problemas cardíacos le ponen un stent y a los 3 días a trabajar; farmacéutica joven con la farmacia recién comprada, trabaja sábados y domingos a puerta cerrada. Trasladen estos casos a la Sanidad Pública y saquen sus conclusiones. Todos los casos son reales y no pongo sus nombres porque no estoy autorizado.

Uno de los problemas más recurrentes en Atención Primaria es la renovación de prescripciones tanto electrónicas como de papel. Suele suceder que muchos pacientes solicitan la renovación de varias recetas y les renuevan, a veces, ninguna, una o le falta alguna con lo que hay que volver a llamar y se saturan las líneas.

Nos comentan que en algunos centros de salud son los administrativos los que gestionan la renovación de las recetas, suponiendo que esto sea así, por ahí pueden venir muchos de los errores, no es su trabajo.

Además de eso, yo me pregunto: ¿dónde queda la protección de datos que se nos exige a otros? Porque no solo parece que hacen esas tareas, sino que además hay veces que te preguntan: ¿Qué es lo que te pasa? ¿Dónde te duele?  Yo pienso que esa no es una solución.

¿Y si fuera el farmacéutico quien hablara con el médico para renovar la medicación?

Teniendo, como tenemos, los programas de gestión de la oficina de farmacia con un módulo de comunicación con el médico, no sé por qué el Sescam se niega a utilizarlo. Con esta opción, podríamos comunicarnos con el médico vía internet, con lo que liberaríamos el teléfono del centro; le podríamos decir que tal paciente con su CIP necesita los siguientes medicamentos, ¿no les parece una buena opción? Parece más fácil que el paciente, que muchas veces no se aclara con la medicación, se lo diga al administrativo que este lo entienda y lo haga bien. Ah claro, que no queremos que los farmacéuticos nos ayuden y que encima lo hagan bien.

Trabajo en equipo

El camino es claro: hay que trabajar en equipo, pero parece que a alguien le da miedo o tiene otros intereses. Casualmente, me ha llegado el periódico llamado Correo Farmacéutico y justo la portada es una foto de una médica y una farmacéutica, con el texto “El equipo que salvó del colapso a un centro de salud” y explica más abajo “la unión entre médicos, farmacéuticos y administrativos logró que el centro de salud de la Jota funcionara en plena pandemia”.

Está marcada la línea a seguir, hay que trabajar juntos, ¿por qué no lo intentamos? Nuestra comunidad podría ser pionera en este tema y de paso facilitaríamos la atención sanitaria a nuestros ciudadanos.

Las consecuencias del diagnóstico por teléfono

Normalmente se hacen estudios, estadísticas y otras investigaciones sobre avances, cosas positivas, cosas que políticamente se venden bien; yo sugeriría a alguno de estos estudiosos que valorara el daño que se ha producido por no atender correctamente a los pacientes. He visto gente mal diagnosticada por teléfono, que ha sufrido. Me acuerdo de una paciente que tenía molestias en el estómago y no la veían. Al cabo de los meses, fue a Urgencias y la enviaron a casa con un cáncer de estómago terminal. Quizás no hubiera tenido solución de todas formas, pero hubiera fallecido más dignamente; pues no estaría de más tener esos datos cuantificados para siguientes ocasiones.