• ¿Por qué aumentó la tosferina tras la pandemia?

    El Autor

    Dr Raúl Salmerón Ríos

    Médico de Familia. Presidente de SEMG CLM y responsable de Salud Pública de SEMG

    La tosferina es una enfermedad muy contagiosa que afecta a todas las edades; la incidencia es más alta en la edad pediátrica y la enfermedad grave ocurre en menores de un año, especialmente en lactantes en los tres primeros meses de vida.

    La tosferina es una enfermedad muy contagiosa que afecta a todas las edades. ¿Cómo se previene? ¿Cómo se trata?
    En Castilla-La Mancha su vacuna se encuentra dentro del Calendario.

    Es una enfermedad bacteriana que afecta a las vías respiratorias, suele tener una temporada estacional en verano y en otoño, aunque puede afectar en cualquier momento del año. Suele afectar fundamentalmente a los niños más pequeños, sobre todo a los lactantes, donde puede tener una mayor gravedad, ya que en ellos no se ha cumplido todavía todo el calendario vacunal establecido.

    Hay que destacar que existe una evolución diferente entre los pacientes vacunados y los no vacunados. Los vacunados suelen presentar síntomas más leves, con menos complicaciones, y de menor duración en el tiempo.

    La tosferina es una enfermedad muy contagiosa que afecta a todas las edades. ¿Cómo se previene? ¿Cómo se trata?

    Ciclos

    Sin embargo, la tosferina clásica, la que se suele ver sobre todo en los más pequeños, cada tres cinco años suele haber brotes epidémicos incluso aunque estemos correctamente vacunados, puesto que ni la infección ni la vacunación producen una inmunidad de por vida. Por lo tanto, somos susceptibles de podernos contagiar no una, sino más de una vez, y debemos tener especial cuidado con las personas con enfermedades respiratorias crónicas.

    A pesar de las altas coberturas de vacunación, la tos ferina mantiene su presentación epidémica con ondas cíclicas cada 3-5 años.  Entre 2005 y 2020 se describieron 3 ondas epidémicas: 2006-2009 (pico en 2008); 2010-2013 (pico en 2011) y 2014-2020 (pico en 2015). En el año 2020 la incidencia de tos ferina, como en otras enfermedades de transmisión respiratoria, se ha reducido sustancialmente debido a las restricciones al contacto social y al uso de mascarillas impuestas por la pandemia de Covid-19.

    Síntomas

    Suelen aparecer a los 5-10 días del contacto, puede comenzar similar a un resfriado, pero la tos puede durar semanas o meses.

    • Fase 1. Dura 1-2 semanas. Incluye rinorrea acuosa o congestión, fiebre baja, tos leve ocasional, apnea.
    • Fase 2. A partir de la 3 semana, dura entre 1 y 6 semanas; ya no parece un resfriado común pues la tos suele ser más intensa, vómitos, astenia, disnea, autoescucha de sibilantes. Más grave en bebés que en adultos.
    • Fase 3. La recuperación es lenta, disminuyendo la tos, dura 2-3 semanas.

    Aunque la sintomatología de los adultos y de los niños es diferente, además hay diferencias en cuanto a la persona si se ha vacunado o no.

    Tratamiento

    Sintomático y antibiótico (habitualmente 5 días con un macrólido).

    No tiene mucho sentido hacer pruebas diagnósticas puesto que ya con la apreciación clínica y la exploración se suele llegar al diagnóstico, y es preferible comenzar cuanto antes el tratamiento antibiótico antes de esperar resultados antigénicos o de una PCR o una serología.

    En el caso de tener un contacto a nivel domiciliario, es recomendable recibir una pauta antibiótica.

    Conclusión

    A partir de marzo del año 2020, coincidiendo con la implantación de las restricciones al contacto social por la pandemia de Covid-19, la circulación de B pertussis se redujo drásticamente. El incremento de casos de tos ferina identificado en el primer año pospandemia podría estar relacionado con la eliminación de las restricciones al contacto social y la supresión del uso de mascarillas.

    Manteniendo altas coberturas de vacunación infantil (primovacunación y dosis de recuerdo) y promoviendo la vacunación de las gestantes se reduce la intensidad de las epidemias y sobre todo el riesgo de enfermedad grave entre los más vulnerables.

    Es importante que sepamos que a pesar de estar vacunados podemos contagiarnos, y que valorar una dosis de recuerdo extra a los 19 años, podría estar recomendado en un futuro; más cuando se ha demostrado sobradamente que las vacunas contra la tosferina son seguras.

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