De la mano del artista Juanga Cedos, la médico albaceteña Verónica Plaza está transformando su ciudad a base de murales mezcla de una explosión de color y vitalidad. Su obra más reciente se puede admirar de camino al Parque de La Pulgosa, pero ni es la primera ni será la última.
Mural a mural, Verónica Plaza extiende su explosión de color y vitalidad junto al artista Juanga Cedos
La médico Verónica Plaza, hija de una maestra de Infantil que le inculcó el amor al arte, vive entre dos mundos que le apasionan, el de la pintura y el de la Medicina. Y entre ambos, cuando puede, deja los pasillos del Hospital de Albacete para surcar las olas en el Norte de España, donde hizo la residencia.
Quien entre a Urgencias del Hospital General Universitario; pasee por el centro de la ciudad atravesando el pasaje Masso o llegue hasta el final del Paseo de la Cuba, no podrá pasar de largo. Se detendrá a admirar el color; a sentirse observado por las mujeres de los murales o a sumarse al abrazo al personal sanitario.
Dentro de su mundo sanitario, ya sea en el Hospital General de Albacete o en el Mancha Centro de Alcázar de San Juan, pinta sola, pero fuera de las fronteras sanitarias tiene un compañero de pinceles que se ha convertido en un amigo, Juanga Cedos. Ambos han pasado horas, entre andamios, escaleras, grúas y litros de pintura, para dejar mudo a un Albacete que ve un sinfín de significados en lo que antes era una pared en blanco.
La última obra, en la que dos niñas se funden en un abrazo, es un canto a la familia y la naturaleza encargado por el club deportivo Tiro Pichón. Pero esta pareja de artistas, Verónica Plaza y Juanga Cedos tienen un sinfín de proyectos en el horizonte.