• El A, B, C y D en el cáncer de piel

    El cáncer de piel es uno de los que mejores tratamientos tiene, en caso de diagnosticarse a tiempo, ya que el 95% se puede curar, pero hay que estar atentos al A, B, C y D. La Academia Española de Dermatología y Veneorología (AEDV) aconseja vigilar la evolución de cualquier lesión, lunar, mancha o peca que presente las siguientes características (“A-B-C-D”):

    • Asimetría.
    • Bordes irregulares.
    • Color diferente.
    • Diámetro superior a seis milímetros.

    En cualquiera de estos casos, o si la lesión duele, pica o sangra, se debe acudir a la consulta de un especialista, tal y como insiste la AEDV.

    Aún así, los episodios de cáncer cutáneo han aumentado en las últimas décadas, sobre todo en la población joven y más concretamente en mujeres. Desde los años 70 ha habido más casos de cáncer cutáneo que la suma de los demás tipos de cáncer juntos.

    La piel tiene memoria

    Y es que una de las características que vuelven al cáncer de piel más esquivo es que no se percibe hasta pasados veinte años de la exposición desmesurada a la luz solar, cuya radiación ultravioleta o UV constituye el mayor factor de riesgo. Esto da a entender, a juicio de la AEDV, que casi todos los casos que se encuentran hoy en día provienen de una época en que imperaba la moda de ponerse moreno bajo el sol sin tener tan en cuenta las precauciones.

    Si además contamos con que el 80% del daño solar se produce antes de los 18 años, la educación y protección de la infancia resultan indispensables para evitar casos en el futro.

    En España los diagnósticos aumentan un 10% cada año y no se espera que esta tasa de crecimiento vaya a mermar en el futuro.

    Tipos de cáncer de piel

    El cáncer cutáneo puede dividirse en dos tipos: melanoma (5% de los casos) y no melanoma, incluyendo carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular (95% restante). El primero es el que reviste mayor gravedad, y pese a su escasa proliferación, es responsable del 90% de las muertes por cáncer de piel.

    Para recordar

    En este contexto y teniendo en cuenta que el sol no da tregua, hay que recordar:

    • Controlar la exposición al sol, sobre todo en las horas de mayor intensidad (de 11h a 15 horas).
    • Usar gafas de sol y ropa protectora: gorras y prendas de manga larga.
    • Utilizar cremas fotoprotectoras.
    • Moderar la asistencia a cabinas de bronceado.

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