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Según la Encuesta Europea de Salud en España 2020, el 46.5% de los hombres y el 54.8% de las mujeres no realizan ejercicio físico. De hecho, el sedentarismo es un problema a nivel mundial, aproximadamente un 70% de la población es sedentaria. Y este sedentarismo comporta que esta población consuma casi 1.500 euros al año más en servicios sanitarios y bajas laborales que la población físicamente activa.
Más recientemente, una revisión bibliográfica hecha por la enfermera de la Asociación de Enfermería Familiar y Comunitaria de Cataluña (AIFiCC), Bárbara Alvárez, pone de relieve que hasta un 80% de los adolescentes no cumplen con los niveles recomendados de realización de actividad física diaria (60 minutos de actividad física diaria).
“La adolescencia es una fase de transformaciones estructurales y funcionales. Está marcada por un desarrollo social, psicológico y neurocognitivo rápido y dinámico. Es un período de desarrollo sensible, en el que la experiencia o las influencias ambientales afectan fuertemente al cerebro y pueden tener efectos duraderos en el comportamiento. También es el momento de inicio máximo de los problemas de salud mental y la actividad física ayuda a construir una autoimagen y autoestima favorables. De hecho, los estudios científicos muestran que la actividad física está asociada a una mejor salud mental y mayor bienestar en los adolescentes; les ayuda a preservar su autoestima y disminuye la inhibición social. Provoca mayor felicidad, disminuyendo la ansiedad, los síntomas depresivos y las dificultades socioemocionales. Por tanto, este período de la vida presenta una oportunidad para que las intervenciones tengan un impacto positivo en la salud” explica la enfermera del AIFiCC, Bárbara Alvárez.
Plantean más horas en los centros educativos
Cabe decir, en este sentido, que en nuestro país durante los últimos 25 años se han implantado 8 planes escolares diferentes, coincidiendo con cambios en el partido político del Gobierno. Paradójicamente la asignatura de educación física apenas ha variado ni en contenido ni el número de horas lectivas (mayoritariamente 2 por semana) y sigue ausente en segundo de Bachillerato en todas las comunidades autónomas españolas. “Todos estos planes incumplen las recomendaciones internacionales; la propia OMS recomienda 60 minutos de actividad física diaria”, señalan.
El trabajo también pone de manifiesto que la realización de actividad física disminuye con la edad y que esta disminución es mayor en las chicas que en los chicos. Por eso, Bárbara Alvárez destaca la necesidad de “crear un entorno inclusivo para que las niñas y las jóvenes adolescentes puedan realizar más ejercicio físico”.
Asimismo, se ha visto que los individuos que son más activos tienen un mayor conocimiento sobre los beneficios del ejercicio físico para la salud mental, en relación con las personas sedentarias. Por tanto, el conocimiento y la formación son un factor protector ante el sedentarismo y la inactividad física en los adolescentes.
Y también se ha observado que los principales problemas de salud referenciados por los jóvenes con poca actividad física son: dolor de cabeza, irritabilidad, mal humor, nerviosismo, ansiedad, tristeza o trastornos del sueño.
Los beneficios de la actividad física
Bárbara Alvárez, enfermera del AIFiCC recuerda que realizar actividad física, ya sea en la adolescencia o como de adulto, supone unos importantes beneficios para la salud, cómo reducir el riesgo de desarrollar diabetes mellitus en un 40%, o reducir en un 35% el riesgo de enfermedad cardiovascular que, por cierto, es la primera causa de mortalidad, también reduce en un 30% las lumbalgias, que es la primera causa de baja laboral, disminuye en un 20% la probabilidad de padecer cáncer de colon o mama, también reduce en un 30% el riesgo de depresión, mejora la gestión del estrés y es un inductor del sueño, entre otros beneficios.
