• Yo por mis lectores, mato

    El Autor

    Antonio Magán

    Periodista y licenciado en Derecho

    Estimado director del Hospital de Albacete:

    Mire le escribo porque estos días, da la casualidad de que tengo a una de mis lectoras, de las pocas que tengo, enfermita en su Hospital. Como soy nuevo en esto de la escritura y apenas se me lee, los pocos lectores que tengo, pues eso, los cuido como si fueran de mi familia. No le digo a usted nada que ya no sepa.

    Sea usted generoso y trate bien a la tropa

    Mi lectora se llama Mercedes y está bien de ánimo. Parece que se va recuperando del susto. Baje usted a planta ahora mismo, mire si está todo correcto, si están todos los cables enchufaos bien a los aparatos, si la calefacción se encuentra en la temperatura justa, si las enfermeras tienen lo que necesitan, que los epis estén planchaos, que los respiradores estén engrasados, que tenga bien remetía la colcha de la cama y que todo funcione. No le digo na y se lo digo to.

    ¡Qué a mí Mercedes no le falte de na! Que siempre me pone unas palabrejas y comentarios después de leer las barrabasadas que escribo. Y otra cosa, estírese un poco con la tropa coño. Póngales un buen menú esta noche a esas enfermeras y auxiliares, esos ángeles del mantillo, que hacen que el barco navegue, y a veces, que no se hunda.

    Sí señor director, que usted va en cubierta y con sombrero, y esta gente de la que le hablo están todo el día, y más con lo que está cayendo, echando carbón en la sala de máquinas. Unos langostinillos para los celadores del hospital, coño. No digo un cinco jotas, pero un poquito de magro que les haga la guardia de esta noche más llevadera. Sea usted generoso y trate bien a la tropa, que la moral alta es directamente proporcional a la sonrisa, y la sonrisa a la tranquilidad y salud de los enfermos. Me cago en sos, que no le falte esta noche a esa gente de na, ni mañana.

    Un abrazo para Mercedes

    Y eso señor director, eso es cosa suya. Y a Mercedes mandarle un abrazo. Mercedes, te metes en el face y pones antoniomaganescritor y te lees los cuentos que quieras. Pero léete los de risa, los de cuando los marcianos llegaron al Altozano, el del manchego que mandaron al fin del mundo, el del día que subí a cagar encima de una excavadora, el de que cuando me metieron en comisaría porque me confundieron con exhibicionista, en el que trataba con todos los locos de Albacete cuando me estrené de periodista, pues esos, los de risa.

    Mucho ánimo Mercedes, y serenidad. Piensa en cosas buenas, porque no cura el médico, cura el cuerpo. Mejórate y un beso. Y a usted señor director del hospital mis respetos, pero lo dicho, un poquito de por favor con esta gente, baje usted al albero y ofrézcales calor que se avecinan días duros. No olvide que estoy pendiente de mis lectores y que yo por mis lectores, mato.

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