• Taquicardia en niños por bebidas energéticas

    Los pediatras insisten en que la mejor bebida es el agua

    Los pediatras advierten de las bebidas energéticas a través de la Asociación Española de Pediatría. Subrayan los casos de “irritabilidad, insomnio, cefaleas, ansiedad, falta de concentración y patologías metabólicas y cardiovasculares, como taquicardia o aumento de la presión arterial” en niños por consumir bebidas energéticas.

    Frente a la polémica surgida en torno a las bebidas energéticas, los pediatras insisten en que la mejor bebida es el agua

    Así, ante las voces que piden que se equipare estas bebidas con el alcohol, para que se limiten a mayores de 18 años, los pediatras lanzan sus argumentos:

    • El consumo de bebidas “energéticas” tiene consecuencias negativas para la salud en la edad pediátrica y también en el adulto. Muchas de estas bebidas se venden en envases de medio litro y la cantidad de cafeína que contienen equivale a más de dos cafés expresos, además de implicar un elevadísimo aporte de azúcares simples.
    • Los estudios ponen en evidencia que su consumo se asocia a irritabilidad, insomnio, cefaleas, ansiedad, falta de concentración y patologías metabólicas y cardiovasculares, como taquicardia o aumento de la presión arterial. Y, además de generar tolerancia con su consumo continuado, pueden producir adicción. Por tanto, no deben ser consumidas en la edad pediátrica.
    • Las principales causas de morbi-mortalidad en el mundo guardan relación con estilos de vida no saludables y todas las medidas que contribuyan a la adherencia a los estilos de vida tradicionales van a ser de gran ayuda en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad y otras patologías. Sobre todo, en periodos de la vida de especial vulnerabilidad, como la infancia y la adolescencia.

    Cuidado con las bebidas azucaradas

    • La bebida por excelencia para el niño y el adolescente es el agua. Las bebidas azucaradas se deben evitar, forman parte del vértice de la pirámide alimentaria y, por tanto, se deben consumir en cantidades muy pequeñas y esporádicamente.
    • En el caso de las bebidas energéticas, además de azúcares, cuya ingesta, según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica, en los niños no debe superar el 5% del valor calórico total de la dieta, aportan cafeína, cuyo consumo no es recomendable en ningún caso en la edad pediátrica.

    Un estilo de vida con futuro

    • Es de vital importancia que exista un adecuado etiquetado nutricional para que las familias puedan hacer la elección más saludable en lo que respecta al consumo de alimentos y bebidas de sus hijos.
    • Asimismo, es necesario introducir en el currículum escolar una materia de estilos de vida saludables donde los niños aprendan a cocinar, a planificar su menú, a hacer la mejor elección para su salud, unido a la práctica de actividad física y disminución de la inactividad. Los estilos de vida saludables adquiridos en la edad pediátrica son un seguro de salud durante todo el ciclo vital.
    • La Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA), integrada en la AEP, recuerda, además, de que el consumo de estas bebidas abre la puerta a la ingesta de otras sustancias tóxicas y a la promoción de adicciones, ya que es habitual que los adolescentes mezclen las bebidas “energéticas” con alcohol.

    “Los padres, los pediatras, los profesores y los políticos, junto al niño y adolescente y a toda la sociedad, debemos luchar unidos frente a las enfermedades derivadas de los malos hábitos de vida”, concluye el comunicado de la Sociedad Española de Pediatría.

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