• La hemodiálisis se aleja de las zonas rurales

    Castilla-La Mancha no es la comunidad con más problemas de insuficiencia renal, pero sí una de las más extensas y con menos puntos para que sus pacientes accedan a diálisis, tal y como advierte una encuesta de la asociación Alcer, que pide medidas para acortar distancias entre las zonas rurales y la atención sanitaria. Como ejemplo, Albacete tiene dos centros de diálisis, el del Hospital General y el concertado de la empresa Avericum, mientras que la vecina Murcia tiene catorce.

    Castilla-La Mancha es una de las regiones más extensas y con menos puntos para acceder a diálisis, tal y como advierte Alcer

    Alcer pide más recursos para acortar distancias entre los pacientes y los tratamientos

    • Centros de diálisis:
    • Albacete: dos en la capital, uno en el hospital y otro concertado.
    • Guadalajara: un solo centro.
    • Cuenca: dos puntos.
    • Toledo: uno en la capital y otro en Talavera de la Reina.
    • Ciudad Real: dos puntos de hemodiálisis en la capital, uno en Puertollano y otro en Alcázar de San Juan.

    Así, un estudio realizado por la asociación para la lucha contra las enfermedades renales (Alcer) en cuatro comunidades autónomas, Aragón, Castilla-La Mancha, Galicia y Valencia, revela que más de la mitad de las personas en diálisis tienen que desplazarse fuera de su localidad de residencia para recibir su tratamiento.

    En concreto, y según este estudio, con 5.740 encuestados, el 50% de las personas en hemodiálisis tienen su hospital de referencia en una localidad distinta a la que residen. Además, el 55% de estas personas se dializan en un centro fuera de su localidad de residencia.

    Con estos datos, Alcer pide a las administraciones sanitarias “medidas para corregir este fenómeno de dispersión geográfica, que dificulta el acceso a los tratamientos y perjudica la calidad de vida de las personas que viven con Enfermedad Renal Crónica (ERC)”.

    1.400 horas al año

    Cabe recordar que el tratamiento de hemodiálisis, junto con la ambulancia, se puede transformar en nueve horas al día tres veces a la semana. Esto supone 1.400 horas al año para el paciente. Y es que, en el mejor de los casos, el enfermo renal que necesita hemodiálisis se pasa doce horas a la semana conectado a una máquina que tiene que hacer las funciones de sus dañados riñones. 

    “Cuando la Enfermedad Renal Crónica (ERC) llega a sus estadios más avanzados, para aquellos pacientes que están en espera de un órgano o para los que el trasplante no es posible, las opciones son la hemodiálisis y la diálisis peritoneal. De ahí la importancia de promover la diálisis en casa con recursos de apoyo que favorezcan la aceptación y adherencia al tratamiento domiciliario”, explica la presidenta de la Sociedad Española de Nefrología, Patricia de Sequera. En su opinión, debe promoverse tanto el apoyo presencial al paciente a través de profesionales sanitarios y sociales como el apoyo al paciente de forma remota.

    El código postal marca la diferencia

    El estudio ha incluido a 5.740 pacientes de Huesca, Teruel y Zaragoza, en Aragón; Ciudad Real, Cuenca y Toledo, en Castilla La Mancha; Alicante, Castellón y Valencia, en la Comunidad Valenciana; y La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra, en Galicia.

    Teruel (78,90%), La Coruña (70,36%), Castellón (68,33%), Ciudad Real (65,20%) y Orense (64,29%) son las provincias analizadas con mayor porcentaje de personas que se deben desplazar a una localidad distinta de la de residencia, para recibir atención en su hospital de referencia.

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