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Castilla-La Mancha, en clave electoral, se ha olvidado del COVID. De hecho, el pasado 3 de marzo informaba por última vez de la situación de los hospitales y residencias, así como de las muertes y nuevos contagios. La Consejería de Sanidad explicaría más tarde que el motivo del silencio se debía a que daría las cifras una vez al mes, pero no ha vuelto a haber información al respecto. La pandemia se ha quedado en un segundo plano informativo y, sin embargo, según los datos del Ministerio de Sanidad, la evolución no es favorable.
La situación actual del COVID en Castilla-La Mancha no tiene nada que ver con épocas pasadas, pero el virus sigue ahí, provocando ingresos y muertes en un contexto en el que la incidencia, según los datos que sí facilita el Ministerio de Sanidad, está en pleno despegue.
El año pasado por estas fechas, Castilla-La Mancha tenía 226 pacientes COVID ingresados en planta en sus hospitales y 11 en UCI. En la actualidad, según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Sanidad, habría 136 ingresos hospitalarios, 7 de ellos en UCI.
La evolución de la pandemia en Castilla-La Mancha es positiva si se compara con el año pasado, pero no si se mide con la semana pasada, ya que la incidencia en la región habría pasado de 98 casos en mayores de 60 años a más de 150, la más alta del país. Además, la incidencia en mayores de 80 años está disparada, superando los 320 casos.
- Según los datos del Ministerio de Sanidad, la pandemia se habría cobra 8.200 vidas en Castilla-La Mancha, que aún arrastra la letalidad más alta del país en personas mayores de 60 años.
Mayor incidencia en mayores de 80 años
La parte positiva de estos datos es que la población con mayor tasa de incidencia es también la que ha sido más fiel a las sucesivas llamadas a la vacunación, por lo que es previsible que la oleada se contenga.
No obstante, con las mascarillas obligatorias únicamente en el ámbito sanitario, es aconsejable que la población considerada de riesgo no baje la guardia.
Arcturus
Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) vigila la nueva cepa, XBB.1.16, también conocida como Arcturus, más contagiosa, pero que, en principio no provocaría más muertes y hospitalizaciones que el resto.
Los síntomas, parecidos a los de la gripe, incluyen mocos, dolor de garganta y tos, pero a la nueva mutación se suma la conjuntivitis.
