• Errores y aciertos sobre COVID y diabetes

    Esta semana, una paciente joven contaba cómo había ingresado con un coma diabético y neumonía bilateral a causa del COVID-19, lo que la llevó directamente a la UCI del Hospital de Ciudad Real y después al Hospital General de Albacete para tratarse las consecuencias de la traqueotomía. Y es que ahora se ha visto que COVID y diabetes pueden ser “la tormenta perfecta”.

    COVID diabetes

    La hiperglucemia no se identificó

    “Se han cometido varios errores en el tratamiento de COVID-19 que pueden haber condicionado el resultado de la enfermedad en muchas personas con diabetes”. Así lo ha reconocido el Dr Antonio Ceriello en el XXXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Diabetes, que se ha celebrado esta semana. Este experto, de reconocido prestigio mundial, que es jefe del departamento de diabetes del Instituto Científico de Investigación, Hospitalización y Atención Sanitaria (IRCCS) en Milán, identifica tres importantes déficits que han condicionado a los pacientes con diabetes y COVID-19, así como extrae algunos aprendizajes para el futuro.

    En primer lugar, considera que “ha fallado la comunicación entre diferentes especialistas” y, como consecuencia, al menos la hiperglucemia (en diabetes y no diabetes) no se identificó al principio como un problema en el tratamiento de la COVID-19.

    En segundo término, continúa el Dr Ceriello, “las hipótesis científicas puras se consideraron equivalentes a la evidencia verdadera, sin ninguna prueba sustancial”. Este es el caso de los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), los antagonistas de los receptores de la angiotensina II (ARA II) y algunos fármacos antidiabéticos.

    Las autopsias, paralizadas, eran clave

    Asimismo, se ha descubierto el papel patogénico clave que juega la trombosis, gracias a que “algunos médicos decidieron no respetar la prohibición de las autoridades sanitarias de realizar la autopsia a los fallecidos por COVID o limitar su ejecución”, apunta el especialista italiano, que demanda una defensa de la medicina basada en la evidencia, “combinando la investigación científica validada con la experiencia clínica en el manejo de la enfermedad en todos los pacientes”.

    En tercer lugar, el Dr Antonio Ceriello denuncia que algunos datos terapéuticos preliminares se interpretaron sin precaución. “Esto se puede aplicar, por ejemplo, al uso de corticosteroides, que estuvieron prohibidos por un período de tiempo, y la hidroxicloroquina, que ofrecía una esperanza para la cura de COVID-19”, apunta este experto.

    Miedo y confusión generalizados

    Además, según añade, “estas situaciones fueron impulsadas por un debate global en los medios de comunicación, con exceso de información y ‘fake news’, lo que generó un miedo y una confusión generalizados”. En este sentido, aconseja “compartir a nivel nacional e internacional tanto las mejores prácticas como las infructuosas, para mejorar lo más rápidamente posible la gestión de la pandemia”.

    Diabetes y COVID, la tormenta perfecta

    De lo que ya no cabe duda es que la COVID-19 ha tenido, y continúa teniendo, un especial impacto en las personas con diabetes. En los primeros estudios sobre la enfermedad por COVID-19, se consideró que la diabetes mellitus tipo 2 contribuía sustancialmente a la respuesta inflamatoria de la enfermedad. Posteriormente, se descubrió que incluso la hiperglucemia era perjudicial, independientemente de la resistencia a la insulina o la diabetes mellitus. Estudios recientes han puesto en evidencia la inflamación de las células β pancreáticas en personas con COVID-19, lo que conduce incluso a una nueva aparición de diabetes mellitus.

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