• Los cardiólogos ponen el acento en el déficit de hierro

    Este 26 de noviembre se celebra el Día Mundial del Déficit de Hierro y la Fundación Española del Corazón (FEC) recuerda la importancia de controlar sus niveles en sangre, ya que se trata de un micronutriente esencial para la formación de la hemoglobina y los glóbulos rojos que actúa como fuente de energía para toda la función celular.  

    déficit hierro

    La Fundación Española del Corazón lanza la campaña: ‘Que no se ponga feo’

    Con el objetivo de dar a conocer sus síntomas y para concienciar sobre las graves consecuencias del déficit de hierro (ferropenia), la FEC lanza en redes sociales la campaña ‘Que no se ponga Feo’. Entre los principales síntomas del déficit de hierro se encuentran la caída del cabello, dificultad para respirar, presencia de uñas quebradizas, cansancio y fatiga e intolerancia al frío o palidez. “Algunos de estos síntomas pueden confundirse con otros problemas de salud, por lo que una persona puede tener ferropenia y no saberlo”, remarca la Dra. Almudena Castro, portavoz de la FEC y cardióloga del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

    La FEC recomienda estar especialmente atentos a estos síntomas a los pacientes con insuficiencia cardiaca porque son más propensos a sufrir déficit de hierro: se sabe que aproximadamente el 50% de ellos presentan niveles bajos de este micronutriente. Controlar la ferropenia en estos casos resulta fundamental, ya que se sabe que tener insuficiencia cardiaca y déficit de hierro produce un aumento del 42% del riesgo de mortalidad, reduce un 19% la calidad de vida y un 13% la capacidad de ejercicio.

    Alimentos ricos en hierro

    La carencia de hierro es una afección de salud por la que el organismo no dispone de suficiente hierro para cubrir sus necesidades. Puede presentarse con o sin anemia y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el trastorno nutricional más común y extendido de todo el planeta. Este organismo cifra en alrededor de 2.000 millones el número de personas afectadas por anemia, debida principalmente a la carencia de hierro, lo que supone más del 30% de la población mundial.

    Existen alimentos que tienen un alto contenido en hierro, micronutriente que puede ser tanto de origen animal como vegetal.

    Desde la yema de huevo hasta el conejo o la sardina

    Entre los alimentos ricos en hierro de origen animal destacan las carnes rojas; el pavo; el conejo; pescados como la sardina, la pescadilla, la lubina o el rape; los crustáceos como las almejas, chirlas, berberechos o mejillones; y la yema de huevo.

    Los alimentos con hierro de origen vegetal son, por ejemplo, las verduras de hoja como las espinacas, las acelgas, la lombarda y el perejil; las legumbres; y los frutos secos, entre los que destacan los pistachos y la pipas de sol.

    Por último, la FEC recuerda que para conocer los niveles de hierro y de glóbulos rojos basta con hacer un simple análisis de sangre.

    Un comentario

    1. Francisco Botella Romero

      Con respecto a las recomendaciones de la Dra. Almudena Castro en nombre de la Fundación Española del Corazón (FEC), me gustaría comentar que, más allá de llevar una alimentación saludable, que incluya 2-3 raciones de pescado y/o carne baja en grasa (pollo, pavo, conejo), no es una buena idea pretender aumentar la cantidad de hierro en nuestra dieta a base de modificar nuestra alimentación.
      Si optamos por aumentar el consumo de carnes rojas, entramos en colisión con las recomendaciones de la IARC sobre prevención del cáncer y, además (en este caso incluiríamos también a la yema de huevo), nuestra dieta aumentaría bastante su porcentaje de grasas saturadas, lo que va en contradicción con las recomendaciones de la propia Fundación Española del Corazón.
      Por otra parte, si optamos por aumentar el consumo de productos vegetales con un contenido abundante en hierro, hemos de tener la escasa biodisponibilidad (lo que se traduce en un pobre aprovechamiento de los mismos), aparte de su absorción errática, muy condicionada por alguna medicación de consumo habitual entre el colectivo de pacientes cardíacos.
      Por último, cuidado con las pipas de girasol. Habitualmente las consumimos tostadas con una buena cantidad de sal, mala recomendación para pacientes cardiópatas.
      Saludos

      Dr. F. Botella Romero.
      Médico especialista en Endocrinología y Nutrición.

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