• El temor de los desempleados mayores de 55 años

    España, un país que envejece a pasos agigantados, enfrenta una paradoja laboral: la población sénior, a pesar de su valiosa experiencia y capacidad, encuentra obstáculos significativos en su búsqueda de empleo.

    El desempleo entre los mayores de 55 años es alarmante: casi el 50% teme no volver a trabajar. Descubre las causas y expectativas.

    Esta situación, que afecta a casi la mitad de los desempleados mayores de 55 años, genera preocupación en el ámbito laboral y social.

    Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, resalta la necesidad de cambiar esta realidad y de valorar el aporte que profesionales experimentados, como ingenieros, médicos o educadores, hacen a la sociedad.

    “Es esencial garantizar que los profesionales séniores, en la cúspide de su carrera, no vean su desempleo prolongado hasta la jubilación. Su aporte es vital para la competitividad del país”.

    Mesonero también hace un llamado a los profesionales mayores en desempleo para que continúen formándose y adaptándose a las nuevas demandas del mercado laboral.

    Una radiografía preocupante

    El Observatorio de la Vulnerabilidad de la Fundación Adecco, en su decimoquinto informe, arroja datos reveladores sobre la situación laboral de los séniores.

    Según este estudio, la edad media de los trabajadores en España es de 43 años, y se prevé que esta cifra aumente en los próximos años. De hecho, para 2028, se estima que la media de edad de la población activa superará los 50 años.

    Además, el informe destaca que el 18,1% de los desempleados supera los 55 años, un aumento significativo en comparación con el 9% registrado en 2013.

    En este sentido, Ricard Bellera, secretario de trabajo de CCOO de Cataluña, critica la tendencia de las empresas a buscar talento en el extranjero, ignorando a los profesionales locales experimentados.

    “Las empresas de este país tienen que hacer un cambio sociocultural, entender que la sociedad cada vez está más envejecida y que no pueden hacer como si eso no pasara. Es incomprensible cómo algunas compañías van a buscar profesionales fuera cuando tienen aquí a miles de personas que encajarían con esos perfiles, apuntadas aquí en el SOC”, dijo.

    Barreras y estereotipos: los grandes enemigos

    A pesar de su creciente presencia en el mercado laboral, los profesionales mayores enfrentan barreras dobles.

    Por un lado, los estereotipos que asocian la edad con habilidades obsoletas y, por otro, la falta de familiaridad con las nuevas estrategias de búsqueda de empleo.

    Un estudio de la Fundación Iseak reveló que los prejuicios contra los trabajadores mayores son reales.

    Al enviar currículos similares para vacantes, aquellos pertenecientes a candidatos de 49 años tenían un 50% menos de probabilidades de recibir respuesta en comparación con los de 35 años.

    Belén Marrón, especialista en recursos humanos, señala que, a pesar de la diversidad generacional en la sociedad, las empresas aún no reflejan esta realidad.

    Esto a su vez se refleja en el alto porcentaje de desempleo crónico entre los séniores. En el primer trimestre de 2023, el 57,8% de los desempleados mayores de 55 años lleva más de un año sin trabajo.

    Aunque actualmente existen incentivos para contratar a profesionales de mayor edad, Marrón y Bellera creen que es esencial ir más allá de las medidas materiales.

    Ambos sugieren campañas de sensibilización públicas para abordar los prejuicios contra los trabajadores mayores, similares a las campañas de concienciación sobre el tabaquismo o la seguridad vial.

    Las preocupaciones de los séniores

    El informe también destaca las principales inquietudes de los desempleados mayores de 55 años:

    • Cobertura de gastos básicos: el 92% de los encuestados señala que su principal preocupación es cubrir sus necesidades básicas.
    • Proximidad a la jubilación: el 63% teme no cumplir con las cotizaciones necesarias para una pensión adecuada.
    • Autoestima y sentido de propósito: el 52% busca en el empleo una forma de recuperar su autoestima y propósito.
    • Salud mental: el 45% destaca los efectos psicológicos negativos del desempleo.
    • Responsabilidad financiera: el 25% tiene familiares dependientes que requieren de su apoyo económico.

    Flexibilidad y adaptabilidad: disposición a reinventarse

    La urgencia de encontrar empleo ha llevado a muchos profesionales por encima de los 55 años a considerar opciones que antes no contemplaban.

    Sorprendentemente, el 93,4% de los encuestados está dispuesto a explorar oportunidades en sectores diferentes al suyo, y un 83% aceptaría roles que no se alinean con su nivel de formación.

    “Estos datos desafían los prejuicios que cuestionan la adaptabilidad de los sénior. Su compromiso y flexibilidad son evidentes”, dijo Mesonero.

    Confianza laboral en declive

    A pesar de su disposición a adaptarse, la confianza laboral de los séniores es preocupantemente baja. Casi la mitad (45%) piensa que no volverá a tener un empleo estable.

    Además, el 43% señala no haber tenido ninguna entrevista en el último año. Esta percepción se ve reforzada por el 92,5% que siente que existe discriminación laboral por edad, optando las empresas por candidatos más jóvenes.

    Inteligencia artificial: ¿amenaza u oportunidad?

    El avance tecnológico, especialmente la inteligencia artificial (IA), genera opiniones divididas entre los trabajadores mayores de 55 años.

    Mientras un 39% ve en la IA un obstáculo adicional, un 40% la considera una fuente de nuevas oportunidades laborales. El restante 21% no ve impacto inmediato en sus oportunidades de empleo.

    El dominio de las tecnologías es algo que los séniors tienen que incorporar o de lo contrario corren el riesgo de quedar obsoletos y perder el interés de las empresas. Aunque es natural que plantee un desafío.

    “Es difícil que quien no ha estado familiarizado con las nuevas tecnologías pueda trabajar en ocupaciones que ahora requieren una elevada sofisticación digital”, reconoce uno de los responsables del centro de conocimiento EY insights, Juan Pablo Riesgo, de declaraciones recogidas por El Periódico de España.

    Por eso es necesario “impulsar su recualificación permanente”, la cual es una asignatura pendiente de las administraciones, empresas y de los propios afectados.

    En conclusión, mientras las sociedades occidentales, incluida España, envejecen, las empresas parecen resistirse a valorar y aprovechar la experiencia y habilidades de los trabajadores sénior.

    Es esencial que tanto el sector público como el privado tomen medidas para abordar y superar estos prejuicios.

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