• ¿Es saludable la dieta OMAD de Springsteen?

    A lo largo de los años, los famosos han popularizado todo tipo de dietas extravagantes. Una de las últimas tendencias entre las celebridades es la dieta de “una comida al día”, más conocida como OMAD, el acrónimo de One Meal A Day.

    Amanda Avery, University of Nottingham

    La dieta OMAD es esencialmente una versión más extrema de otros tipos de dietas de ayuno

    Entre sus seguidores figuran Bruce Springsteen y Chris Martin, líder de Coldplay. Muchos de sus partidarios afirman que les ayuda a controlar mejor su peso y a mantenerse en forma.

    La dieta OMAD es esencialmente una versión más extrema de otros tipos de dietas de ayuno, como el intermitente y la alimentación restringida en el tiempo. La principal diferencia es que, en lugar de ayunar sólo determinados días o comer sólo durante un periodo específico, las personas que siguen este régimen ingieren todas las calorías del día de una sentada.

    Aunque los partidarios de la dieta OMAD afirman que seguirla mejora muchos aspectos de la salud, en realidad sabemos muy poco sobre el efecto que tiene en el organismo, y mucho menos si es segura.

    Ayuno y salud

    Las pruebas que apoyan esta práctica son limitadas. Muy pocos estudios han analizado la dieta OMAD en sí, y la mayoría de los que lo han hecho se han llevado a cabo en animales.

    Como tal, la mayoría de las afirmaciones de que ingerir una sola comida al día funciona son anecdóticas. O se basan en la suposición de que si otras formas de ayuno pueden beneficiar la salud, entonces la dieta OMAD también lo hará.

    La investigación sobre los efectos del ayuno es todavía incipiente. Algunas pruebas indican que una forma de ayuno intermitente conocida como “dieta 5:2” (en la que una persona come normalmente cinco días a la semana, y luego 800 calorías o menos dos días a la semana) puede ayudar a controlar mejor el peso. Sin embargo, no es mejor que otros métodos.

    Las investigaciones también han descubierto que la restricción horaria (ingerir todas las calorías del día dentro de un intervalo de tiempo específico) puede ayudar a controlar mejor el peso. Además, tiene otros beneficios para la salud, como la reducción de la tensión arterial.

    Un estudio de revisión descubrió así mismo que muchos tipos diferentes de ayuno (incluidos el intermitente y el ayuno en días alternos) pueden mejorar varios aspectos del metabolismo. Entre ellos se incluyen la mejora de los niveles de azúcar y colesterol en sangre, la reducción de los niveles de inflamación y la regulación del apetito. Esto, a su vez, puede ayudar a reducir el riesgo de obesidad, la diabetes de tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.

    Sólo una comida

    Hasta ahora, sólo un estudio ha analizado el efecto de la dieta OMAD en humanos. En este trabajo se dio a los participantes el mismo número de calorías para ingerir cada día durante la duración de la investigación. Durante la mitad del estudio, los participantes obtuvieron estas calorías de una sentada, antes de cambiar y tomar sus calorías diarias divididas en tres comidas al día.

    Cada pauta de alimentación sólo se siguió durante un periodo de once días, lo que no es mucho tiempo. La única comida se realizaba entre las 17.00 y las 19.00 horas. Sólo once participantes completaron el estudio.

    Cuando los participantes hacían una sola ingesta de alimento al día, experimentaban una mayor reducción de su peso y grasa corporal. Sin embargo, los voluntarios también sufrieron una mayor reducción de la masa magra y la densidad ósea. Esto podría provocar una reducción de la función muscular y un mayor riesgo de fracturas óseas si la dieta se siguiera durante un periodo más largo.

    Un joven desayuna abundantemente en la mesa de su cocina.
    Las investigaciones sobre Omad son limitadas. Grusho Anna/ Shutterstock

    Resultados contradictorios

    Los estudios realizados con animales sobre los efectos de la dieta OMAD han arrojado resultados contradictorios: los ratones que tomaban una comida copiosa al día engordaban más que los que comían varias veces.

    Aunque estos resultados pueden indicar que la dieta OMAD podría tener beneficios para algunos aspectos de la salud, todavía hay mucho por averiguar. Será importante que futuros estudios investiguen su efecto en un mayor número de participantes y en otros grupos de personas (ya que esta investigación sólo incluyó adultos jóvenes y delgados). También será importante que los estudios analicen sus consecuencias durante un periodo de tiempo más largo y que realicen estos ensayos en un entorno real.

    También será interesante saber si el momento de la comida puede mejorar aún más los resultados y si el perfil nutricional de la ingesta marca la diferencia.

    Otros inconvenientes

    Si una persona sólo realiza una comida al día, le resultará bastante difícil satisfacer todas sus necesidades nutricionales, especialmente en lo que respecta a la energía, las proteínas, la fibra y las vitaminas y minerales esenciales. No ingerir una cantidad suficiente de estos importantes nutrientes podría provocar la pérdida de masa muscular, riesgo de estreñimiento y mala salud intestinal.

    Quien siga la dieta OMAD tendrá que asegurarse de ingerir una buena ración de proteínas y muchas verduras, frutos secos, semillas y algo de fruta y cereales integrales durante su única comida diaria para cumplir estos requisitos nutricionales. También necesitará una buena ración de productos lácteos para satisfacer sus necesidades de calcio y yodo, o un suplemento o alternativa vegetal si no incluye alimentos de origen animal.

    No es una dieta recomendable para niños, embarazadas, mujeres que esperan quedarse embarazadas o en período de lactancia y, por supuesto, para personas que corren el riesgo de sufrir un trastorno alimentario.

    También es importante señalar que, si bien esta dieta puede funcionar para los famosos, ellos también tienen acceso a nutricionistas, dietas de alta calidad y suplementos cuando los necesitan. Para la mayoría de nosotros, este tipo de práctica podría ser insostenible, y potencialmente perjudicial a largo plazo.

    Amanda Avery, Lecturer in Nutrition, University of Nottingham

    Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

    The Conversation

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