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El inicio de curso se hará con mascarillas, termómetros, gel, una habitación en cada centro para aislar posibles contagios y un estudio serológico de cribado para detectar el coronavirus entre los docentes. En ello se implicarán los hospitales de Albacete, Toledo, Cuenca, Ciudad Real, Guadalajara, Alcázar de San Juan, Puertollano y Talavera de la Reina.
Ocho hospitales citarán a los docentes para el cribado
La primera prueba consistirá en un pinchazo en el dedo
Quien no tenga anticuerpos o dé signos de contagio se someterá a una PCR
¿Por qué se buscan IgM o IgG?
- Test rápido. Con una gota de sangre, obtenida de un pinchazo en el dedo, se detecta IgG, es decir, si se han desarrollado anticuerpos contra el coronavirus y se ha pasado la enfermedad. También se puede detectar IgG, es decir, presencia COVID.
- PCR. Se coge una muestra de las mucosas, con un palito, para saber si el sujeto tiene el virus activo en esos momentos.
- IgM. Las IgM aparecen aproximadamente 7 días después del inicio de la infección.
- IgG. Los anticuerpos IgG aparecen aproximadamente a los 15 días del comienzo de los síntomas.
Los docentes de Castilla-La Mancha recibirán un mensaje de texto en su móvil advirtiéndoles de que se les va a someter a un cribado serológico. Es decir, se va a hacer un estudio para detectar el coronavirus. Primero se les “invitará” a comprobar si tienen anticuerpos o si tienen señales de contagio. La prueba consistirá en un pinchazo en el dedo, ya que una gota de sangre es suficiente. Si el docente no tuviese anticuerpos o diese señales de contagio, se sometería a una prueba PCR, que es la que implica tomar una muestra de las mucosas para determinar si el virus está activo.
Ocho hospitales, los de las cinco capitales de provincia, así como los de Alcázar de San Juan, Puertollano y Talavera, se encargarán de ir citando a los docentes, con el fin de que el cribado haya terminado antes de que empiece el curso escolar, previsto para el 9 de septiembre.
Así se ha detallado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, presidido por Emiliano García-Page. Aquí, el consejero de Sanidad, Jesús Fernandez Sanz, ha hecho un llamamiento a la tranquilidad, recordando que con 40 ingresados por COVID en cama hospitalaria y 9 pacientes en la UCI, los hospitales de Castilla-La Mancha tienen su capacidad asistencial “intacta”.
La clave, los temporeros
Desde el 11 de mayo, las enfermeras de Vigilancia Epidemiológica han controlado a 20.000 personas que habrían estado en contacto con contagiados, manteniendo bajo control brotes ya superados como el de la calle Baños de Albacete o los actuales de Socuéllamos, Corral de Almaguer o Calera y Chozas. No obstante, la preocupación ahora está en brotes como el de Albacete capital. Y es que el propio presidente ha reconocido que la clave en la región no está en el ocio nocturno sino en los temporeros.
