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La Rutas de la Diputación Provincial de Albacete nos conducen hasta Elche de la Sierra para recorrer la “La Encantada-La Poza-Amilcar Barca-Repetidores”, con una dificultad técnica baja en 15 kilómetros que parten del Campo de futbol del municipio.
📷 Fotografías: Luis Sánchez Vizcaíno
La ruta discurre por los alrededores del pueblo, y conecta varias de las rutas cortas de Elche de la Sierra. En primer lugar, desde las instalaciones deportivas de Elche comenzarían el ascenso, por la subida a las Vías de Escalada, dejando el pueblo a sus espaldas, hasta La Encantada, con unas agradables vistas de la localidad en apenas 500 metros desde la salida.
Desde La Encantada, cogerían la senda del Polígono San Marcos, en el cruce del Cementerio, que les lleva a la La Poza, un paraje natural, y un embalse natural de agua con gran riqueza medioambiental, que es de donde se abastece el municipio. Continuaron por la senda subiendo al cerro del Taray y la Mina, y bajando por la senda que llega a la antigua “manga” donde entraban los toros al encierro, con fantásticas vistas de todo el entorno.
Descenderían hasta la “Rambla Navas”, donde cogieron un sendero, pasando por debajo de “Las Canales”, un antiguo acueducto que servía para el riego de la zona. La ruta pasaría también por una zona estrecha entre las rocas realizada por la erosión del agua durante miles de años, lugar que aprovecharon para degustar las ricas Candelarias que se realizan en el municipio, cortesía del Ayuntamiento de Elche.
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Cogerían aquí un camino que les conduciría hasta la pedanía de Villares, que según dicen, es el núcleo urbano más antiguo de la Sierra del Segura, y llegarían hasta su mirador. Descenderían hasta llegar a el monumento a Amílcar Barca, donde se cuenta que murió el general cartaginés en la edad antigua.
Ya sólo les restaba la parte final de la ruta, no por ello menos interesante, la subida a los repetidores de Villares y Elche con unas impresionantes vistas del pueblo y de las aldeas de la localidad. Cabe destacar la belleza de la senda que une los dos repetidores, rodeado de la vegetación autóctona de la zona y protegido en todo momento con la presencia de la Peña San Blas.
