
Que ni un solo niño se quede sin gafas por falta de recursos, ésta es la filosofía con la que Essilor y la ONG Stop Ceguera inician su alianza con Albacete como proyecto piloto. La compañía Essilor ha elegido a esta ONG para probar en Europa una iniciativa solidaria que ya ha sido un éxito en otros continentes.

Essilor elige a la ONG Stop Ceguera para iniciar en Albacete su proyecto europeo
El objetivo es que no haya un solo niño sin gafas por falta de medios
La ONG Stop Ceguera examinará a niños de 6 a 12 años de colegios albaceteños previamente seleccionados. Aquellos menores que los facultativos voluntarios consideren que requieren una revisión más profunda se derivarán a la Clínica Baviera, donde se determinará quién necesita gafas. Los niños acudirán a esta revisión acompañados de sus padres. Aquí será donde se «receten» esas gafas gratuitas para las que no hay límite de beneficiarios, tal y como han confirmado responsables de la iniciativa.
Así, en esta cadena solidaria, el Ayuntamiento de Albacete y la Delegación Provincial de Educación han facilitado el listado de colegios; Stop Ceguera, ONG albaceteña que trabaja en África, será quien conduzca esta primera experiencia en Europa; Clínica Baviera pondrá sus recursos y especialistas y Essilor donará cuantas gafas sean necesarias. Y es que el objetivo no es otro que llegar a esas personas que, por falta de medios, nunca recurrirían a una óptica.
En breve, no habrá niños sin gafas por falta de recursos, pero si el proyecto solidario de Essilor va a empezar en Europa por Albacete es gracias a la alianza entre Stop Ceguera y Clínica Baviera, que pertenece al gigante chino de la oftalmología Aier Eye. Fue precisamente en una reunión con Essilor y Aier Eye, en la que estuvieron presentes Eduardo Baviera y el oftalmólogo José Ramón Villada, fundador de Stop Ceguera, en la que se gestó la idea. El proyecto se retrasó por la pandemia, pero esta semana ha conseguido todas las autorizaciones administrativas.
Cabe recordar que Stop Ceguera es una ONG albaceteña, que si bien nació para mitigar la ceguera en África, durante el Estado de Alarma donó respiradores al Hospital General Universitario de Albacete. Ahora que no puede viajar, pretende que su apuesta por la salud visual de los más desfavorecidos siga en su tierra.