Todo apunta a que trabajar la fuerza es la nueva y potente ‘píldora’ la fatiga y la salud mental, pero también podría ser la respuesta para disminuir la inflamación crónica de bajo grado asociada al cáncer de mama.
¿Es efectivo el ejercicio de fuerza para reducir la inflamación?
Aproximadamente 2,26 millones de mujeres lo padecen a nivel mundial. En España, al igual que en otras partes del mundo, es el tipo de cáncer más prevalente en mujeres. Y no acaba aquí, sino que genera un gran impacto a nivel físico, psíquico, social y económico; antes, durante y después de superarlo, el cáncer de mama.
El cáncer de mama es una enfermedad que se comporta de manera aguda y crónica. No sólo afecta a la persona que lo padece, sino que todo su entorno se verá trastocado. Pruebas médicas, intervenciones quirúrgicas, tratamientos farmacológicos, quimioterapia, radioterapia, y un largo etcétera que acompañarán a la paciente y su familia desde el comienzo del diagnóstico hasta el largo camino de la recuperación. Sin olvidarnos de posibles secuelas que pueden quedar de por vida y marcarán un antes y un después en la paciente.
Durante las diferentes fases de la enfermedad nos encontraremos con síntomas físicos como el cansancio, el dolor, cambios en la composición corporal, y con psíquicos como la depresión y la ansiedad. Un posible nexo entre ellos puede ser la inflamación crónica de bajo grado que experimentan las pacientes y que agudizan la sintomatología y la perpetúan en el tiempo.
Una potente ‘píldora’
Ahora bien, disponemos de una potente “píldora” que parece disminuir la fatiga y dependencia, mejorar la calidad de vida, la composición corporal y la salud mental. Pero, ¿podría ser esta píldora una ayuda eficaz para disminuir la inflamación crónica de bajo grado asociada al cáncer de mama?
Diversos estudios han investigado y afianzado la multitud de efectos beneficiosos que tiene el entrenamiento de fuerza en la salud general y en diferentes patologías, y nosotros nos hicimos la siguiente pregunta… ¿Es efectivo el ejercicio de fuerza para reducir la inflamación en pacientes con cáncer de mama?
Tratamos de responder esta pregunta en nuestra revisión titulada: “Efectividad del ejercicio de fuerza en los principales biomarcadores inflamatorios en pacientes con cáncer de mama”. Después de una profunda búsqueda y evaluar la evidencia disponible, llegamos a ciertas conclusiones.
Poder antiinflamatorio
Nuestros principales hallazgos indican que el ejercicio de fuerza puede ser una intervención eficaz para disminuir el estado inflamatorio crónico de las pacientes con cáncer de mama, controlando los valores de algunos biomarcadores inflamatorios como la interleuquina IL-6, la proteína C-reactiva o el factor de necrosis tumoral alfa.
Frente a la fatiga y la fragilidad
A estos potenciales efectos antiinflamatorios habría que sumarle los ya contrastados beneficios que tiene el ejercicio de fuerza para disminuir la fatiga y fragilidad, así como la mejora de la fuerza, composición corporal y calidad de vida. Y lo mejor de todo, parece que esta píldora de salud no tiene efectos adversos.
A la luz de nuestra revisión, parece obvio pensar en el entrenamiento de fuerza como un tipo de ejercicio que debe estar incluido en las guías de práctica clínica dentro de las intervenciones no invasivas preventivas y terapéuticas en el cáncer de mama. Sin embargo, hay que ser precavidos y evaluar a cada paciente para determinar qué tipo de protocolo es el más beneficioso en su estadio y para su evolución. La investigación avanzará en los próximos años dando resultados más concluyentes, mientras tanto, la fuerza puede ser tu gran aliado, no estás sola.
- El fisioterapeuta Javier Díez Peláez es uno de los ganadores de la tercera edición del certamen de divulgación ‘Cuéntame tu TFG’, que organizan la Unidad de Cultura Científica e Innovación de la UCLM (UCC+i) y Diario Sanitario. Ha conseguido el premio de la SOCAMPAR.