Principales materiales de laboratorio

Cuando algunos escuchamos la palabra laboratorio nos viene a la cabeza algún tipo de base secreta y oscura en la que experimentan con animales y elabora chips con los que controlarnos. Bueno, lo mismo nos hemos pasado. No obstante, dicha pincelada conceptual tampoco se encuentra totalmente alejada de la realidad.

No en vano, entendemos laboratorio como el recinto donde se enseñan diferentes conceptos adquiridos en un programa formativo (enseñanza), como un espacio para crear y probar productos en fase de desarrollo y certificación (industria) o, y esto último es lo que nos interesa, centros de investigación clínica trascendentales a nivel de desarrollo y progreso en diversos campos de la medicina. En definitiva, se trata de espacios fundamentales a nivel de investigación. Más allá de su contrastada importancia, ¿os habéis parado a pensar los principales materiales que utilizan?

Análisis biomédico, hematológico, bioquímico y clínico

Antes de entrar en materia, enumerando los materiales más utilizados en un laboratorio, conviene tener en consideración que dichos materiales pueden ser clasificados en función de su composición, naturaleza, peso o función dentro del proceso analítico. Algo que hace que el sistema clasificatorio pueda ramificarse en casi cualquier dirección. Y esto es algo que saben muy bien cualquiera que haya cursado estudios de técnico de laboratorio a distancia.

Hablamos de una profesión centrada en multitud de tareas de análisis biomédico, hematológico, bioquímico y clínico. Dicho lo cual, compartimos con todos vosotros algunos de los materiales más comunes presentes en cualquier laboratorio:

• Plástico: Hablar de plástico es hacerlo de un material que destaca por dos propiedades imprescindibles en cualquier laboratorio: liviandad y dureza/resistencia ante la rotura. Polietileno, termoplásticos (teflón), elastómeros (silicona), etc… El plástico a nuestra disposición resulta tremendamente surtido. Siendo aplicado en la fabricación de instrumentos que van desde los embudos, hasta las pipetas, las gradillas o las cubetas y los vasos de precipitado. En su contra diremos que no soporta el contacto directo con el fuego y que suele verse afectado por determinados ácidos y disolventes.

Resistencia

• Vidrio: El vidrio se erige, sin ningún tipo de duda, como otro de los materiales estrella presentes en cualquier laboratorio. No en vano, su resistencia a las altas temperaturas y a la corrosión (puntos débiles del plástico), su transparencia o su neutralidad a la reacción catalítica lo convierten en el componente perfecto para dar forma a herramientas como el matraz volumétrico, el frasco reactivo, la probeta o los tubos de ensayo. En su defecto diremos que se trata de un material bastante delicado y de facil rotura.

• Metal: el metal es otro material bastante utilizado en los laboratorios. ¿Los motivos? su resistencia al contacto con altas temperaturas. Estando presente en objetos tan comunes como el trípode, las pinzas, gradillas, mecheros o soportes. Destacando sobre el resto estos últimos. No en vano, dicho material suele destacar por su uso como sujeción de otros materiales. Como puntos débiles, no es neutro a la reacción catalítica, es más costoso y su peso se multiplica con respecto a otras muchas alternativas existentes.