
Discurso de la Dra Millán Torres en la Graduación de la XX Promoción de la Facultad de Medicina de Albacete
Queríamos agradecer a nuestra madrina Lourdes por su inmensa vocación tanto como médico, como docente. Por su dedicación, por transmitirnos su pasión por la medicina y sus pacientes. Por ese cariño y tranquilidad que nos ha brindado cuando hemos tenido que enfrentarnos a la OSCE. Por sus galletas. Es un orgullo para nosotros que te despidas de esta facultad siendo nuestra madrina.

También nos gustaría agradecer a esos profesores que nos han ofrecido su tiempo y esfuerzo para que todo saliese adelante. A los médicos docentes que nos han hecho sentir una parte activa dentro del hospital. Siempre recordaremos con cariño los días en los que nos hemos sentido útiles y hemos podido comenzar a vivir la experiencia de esta bonita profesión.
Nos gustaría hacer mención especial a nuestras familias. Por darnos la oportunidad de estudiar y haber estado a nuestro lado a cada paso que dábamos, incluso en la distancia. Por ser un apoyo incondicional, por animarnos en los momentos donde se nos hacía cuesta arriba y por celebrar con nosotros cada logro. También por aguantar esos días de mal humor en época de exámenes y escuchar una y otra vez el “no puedo, tengo que estudiar”.
La paciencia infinita de los amigos
No olvidarnos de esos amigos, parejas y compañeros de piso que nos han acompañado durante esta etapa. Por vuestra paciencia cada vez que nos poníamos a hablar de la carrera, por soportar nuestros dramas y ser un hombro donde llorar, pero también por las cervezas y los momentos de desconexión tan terapéuticos. Como parte fundamental de estos seis años, nuestros compañeros.
Qué lejano queda ya aquél primer día repleto de caras desconocidas. ¿Quién nos iba a decir que esas personas se iban a convertir en lo que son a día de hoy? Han sido años repletos de momentos especiales y emociones. Desde esos primeros exámenes de Bioquímica y Anatomía que no sabíamos por dónde coger hasta el examen de Legal del día de las Batas, pasando por una pandemia y un curso vía Teams.
La biblioteca
Hemos compartido días interminables de clases y estudio en la biblioteca, con sus buenos descansos (que también hay que decirlo), exposiciones, prácticas de laboratorio (donde solo los más habilidosos fueron “Magic Fingers”), mañanas en el hospital e idas y venidas al Perpe en la furgo.
Juntos hemos superado exámenes, hasta el de Hemato, hemos luchado contra el estrés y hemos disfrutado gracias a nuestro gran comité de festejos. No vamos a negar que hemos tenido nuestras diferencias entre clases y que hemos tenido que recurrir a programar sorteos online para que algún grupo se saliese con la suya, pero bueno, no todo iba a ser perfecto.
En cuanto a este año, nos llevamos la experiencia de haber podido conocer a personas con las que antes casi ni nos saludábamos, inolvidables recuerdos de los viajes y días increíbles como el de Batas. Sin duda, la amistad y la ayuda que nos brindamos los unos a los otros ha sido el motor que nos ha impulsado a seguir adelante y nos ha permitido llegar hasta aquí.
¿Qué sería de nosotros sin Alfonso? ¿Y sin Samuel y José Miguel?
Y, bueno, pregunta importante, ¿qué sería de nosotros sin Alfonso? Gracias en nombre de todo el curso por preocuparte por cada detalle y hacerlo todo más fácil. Muchas gracias también a José Miguel, por esos primeros años en los que estábamos un poco perdidos, por darnos norte. Y a Samuel, por cuidarnos y ser luz durante una época tan complicada como la pandemia.