• Sobrevivir a seis horas sin latido

    “El corazón no tenía actividad eléctrica, no había signos vitales, tenía la piel fría y livideces. Parecía que estaba muerta, pero sabíamos que, en el contexto de una hipotermia, Audrey tenía posibilitados de sobrevivir”, explicaba este jueves el Dr Eduard Argudo. Desde que se paró el corazón hasta que volvió a latir autónomamente, habían pasado más de seis horas. Hoy la paciente del Hospital Vall d’Hebron se encuentra perfectamente. Audrey se ha convertido esta semana en la noticia sanitaria del año al volver a la vida mediante oxigenación con membrana extracorpórea.

    oxigenación con membrana extracorpórea

    La paciente sufrió una hipotermia severa durante una excursión

    El esfuerzo conjunto de los profesionales del Hospital Vall d’Hebron, bomberos y SEM (Sistema de Emergencias Médicas) conseguían salvar la vida a una mujer con hipotermia severa que estuvo en paro cardiaco más de seis horas.

    Audrey, de Reino Unido, y su marido Rohan, de Sudáfrica, pero residentes en Barcelona, salieron de excursión el pasado 3 de noviembre para realizar un recorrido desde Coma de Vaca a Nuria.

    Las condiciones meteorológicas fueron empeorando a lo largo de la mañana a causa del frío y la nieve. Audrey no recuerda nada de aquel día, pero Rohan explica que hacia las 13 horas vio que su mujer hablaba de forma extraña e inconexa. Poco después, Audrey dejó de moverse y quedó inconsciente. Rohan estaba en contacto telefónico con unos amigos, que avisaron a los bomberos.

    Telefónicamente, los bomberos dieron indicaciones de seguridad a Rohan y le dijeron que hiciera friegas a Audrey para que entrara en calor. Paralelamente, activaron un helicóptero de rescate.

    Alrededor de las 15.30 horas visualizaron la pareja desde el aire. El mal tiempo dificultaba las maniobras del aparato, así que el helicóptero paró en el aire para el rescate. 

    Sistema de Emergencias Médicas

    A las 16.15 horas, el SEM atendía a Audrey. La enfermera y el técnico en emergencias sanitarias iniciaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar avanzada, constatando que la paciente presentaba una hipotermia severa (18 °C).

    La Central de Coordinación Sanitaria del SEM activó al jefe territorial de Cataluña Central, quien indicó que la paciente era candidata a una oxigenación con membrana extracorpórea (ECMO) y que el hospital de destino tenía que ser Vall d’Hebron, que cuenta con el ECMO Team, un equipo de profesionales de referencia en esta técnica tan compleja.

    Oxigenación con membrana extracorpórea

    Cuando Audrey llegó a Vall d’Hebron, el Dr Eduard Argudo, del Servicio de Medicina Intensiva y miembro de la ECMO Team, coordinado por el Dr Jordi Riera, ya había dispuesto el operativo para realizar la ECMO.

    Después de examinar a la paciente en el mismo túnel de Urgencias, decidió que había que aplicar ECMO inmediatamente. “El corazón no tenía actividad eléctrica, no había signos vitales, tenía la piel fría y livideces. Parecía que estaba muerta, pero sabíamos que, en el contexto de una hipotermia, Audrey tenía posibilitados de sobrevivir”, explica el Dr Eduard Argudo.

    De este modo, fue trasladada directamente al quirófano donde los profesionales del Servicio de Cirugía Cardíaca colocaron las cánulas de la máquina ECMO para hacer circular la sangre fuera del organismo, mientras profesionales de los servicios de Anestesiología y Medicina Intensiva seguían con las maniobras de resucitación. Después, Audrey fue trasladada a la Unidad de Cuidados intensivos en ECMO, todavía con el corazón parado, para seguir con el tratamiento y estabilización.

    ¿En que consiste una ECMO?

    La ECMO es una técnica que se usa en pacientes críticos que sufren enfermedades muy graves respiratorias o cardiológicas en las cuales no basta con el apoyo vital convencional. La máquina sustituye temporalmente la función del pulmón o del corazón. Extrae la sangre a través de una cánula gruesa localizada en una vena de calibre grande, la mueve mediante una bomba centrífuga para que atraviese el oxigenador, donde se incorpora oxígeno y se retira dióxido de carbono. Posteriormente, la sangre se reintroduce en el organismo por una vena o una arteria, como se hizo en el caso de Audrey.

    A 18 °C, el cerebro puede tolerar periodos de paro cardiaco un tiempo diez veces superior que a 37 °C

    Como explica el Dr. Eduard Argudo, “con Audrey, que estaba con hipotermia severa a 20 grados de temperatura, el objetivo de realizar ECMO era oxigenar la sangre y perfundir sus tejidos pero también recalentarla para, lentamente, aumentar la temperatura corporal. Por lo tanto, la ECMO permitió llevar oxígeno a los tejidos y recalentar su organismo”. La hipotermia es la disminución de la temperatura corporal central. Es severa cuando es inferior a 30 °C. A los 18 °C el cerebro puede tolerar periodos de paro cardiaco un tiempo diez veces superior que a 37 °C.

    Desde que se paró el corazón hasta que volvió a latir autónomamente, habían pasado más de seis horas. Una vez recuperada, Audrey presentó una situación de disfunción multiorgánica que requirió tratamiento en la UCI, donde estuvo durante seis días.

    La paciente pasó seis días en la UCI y seis en planta

    Posteriormente, Audrey fue trasladada a una habitación en la planta de hospitalización del Servicio de Medicina Interna, donde finalizó su estancia hospitalaria seis días después.

    Actualmente, Audrey hace prácticamente vida normal y está recuperada. Volverá al trabajo en los próximos días. Falta que recupere toda la sensibilidad y movimiento en las manos, que quedaron afectadas por el frío.

    Fuente: Hospital Vall d’Hebron

    Hemeroteca:

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