La enfermedad celiaca afecta a la vida social de las personas que la padecen hasta verse limitada en el 80%, según la encuesta realizada por la Federación de Asociaciones de Celiacos de España (FACE) a más de 2.500 pacientes. El objetivo era saber cómo afecta la enfermedad celiaca en la integración social de las personas que la padecen y también si han sufrido algún tipo de discriminación.
Más de la mitad de los pacientes ha recibido algún comentario despectivo
En este último aspecto, padecer enfermedad celiaca, con más de 20.000 afectados sólo en Castilla-La Mancha, no solo afectada de forma notable a la vida social. El 65 % de las personas encuestadas considera que su enfermedad ha afectado de alguna forma a su salud mental; y más de la mitad asegura haber recibido algún comentario negativo o despectivo a causa de su enfermedad.
Sin comprar pan o pasta por su elevado coste
En esta encuesta también queda patente que el precio de los alimentos sin gluten es una de las mayores preocupaciones a las que se enfrenta este colectivo. De hecho, el sobrecoste de la cesta de la compra sin gluten deriva en que haya pacientes que no puedan seguir correctamente la dieta sin gluten por motivos económicos, poniendo en riesgo su salud.
Más del 60 % de las personas encuestadas se gasta más de 100 euros al mes en productos específicos sin gluten; y más de la mitad ha dejado de consumir pan o pasta sin gluten por su elevado precio.
Restauración sin gluten: pocas opciones y más caras
El sector de la restauración es otro de los aspectos que más inquieta a las personas celiacas. En concreto, la falta de opciones cuando se salen a comer fuera de casa y la posibilidad de ingerir gluten de forma involuntaria. Según la encuesta realizada, el 70 % considera las opciones sin gluten de su entorno escasas y más caras. Además, casi el 60 % cree haber ingerido gluten de forma accidental fuera de casa.
El 75%, sin diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad celiaca también es motivo de preocupación. Se estima que un 75 % de las personas celiacas en España está sin diagnosticar. El diagnóstico tardío de esta enfermedad deriva en una peor calidad de vida en los pacientes y un elevado coste a la Seguridad Social en tratamientos que podrían haberse evitado. Según la encuesta realizada, el 18 % tardó más de cinco años en ser diagnosticado, mientras que el 20 % tiene alguna secuela como consecuencia de su enfermedad celiaca.