• La mayoría del personal sanitario mantendrá la mascarilla

    El personal sanitario no se atreve, de momento, a aparcar del todo la mascarilla. Y es que si bien deja de ser obligatoria en cualquier escenario, es «altamente recomendable» en entornos sanitarios, desde donde la mayoría de los profesionales coinciden al afirmar que no prescindirán de ella donde haya pacientes vulnerables, máxime cuando regresen el frío y los virus respiratorios. Aunque las vacunas hayan funcionado, el COVID aún era la primera causa de muerte en 2022.

    • En 2022, Castilla-La Mancha aún registró más de 1.400 muertes por COVID, una cifra que, aunque alejada de las más de 6.400 de 2020, no invita a bajar la guardia con los pacientes más vulnerables.

    El personal sanitario no se atreve, de momento, a aparcar del todo la mascarilla. La mayoría se la pondrá para proteger a sus pacientes.
    Miguel Ángel Sáez, enfermería familiar y comunitaria.

    «La llevaré sobre todo en caso de que yo tenga algún tipo de síntoma, para no contagiar»

    Trabajar con mascarilla no es cómodo, pero, a pesar de que haya dejado de ser obligatoria, el personal sanitario tiene aún muy presente lo que supuso en su momento trabajar desprotegido. Así, el enfermero Miguel Ángel Sáez mantendrá la mascarilla en el contacto cercano con el paciente, como las extracciones sanguíneas o las visitas domiciliarias a enfermos vulnerables y, «la llevaré sobre todo en caso de que yo tenga algún tipo de síntoma, para no contagiar».

    Como Sáez, que trabaja en el Centro de Salud Hellín 2, la médico de Atención primaria Carmen Somoza se pondrá la mascarilla dependiendo del paciente, pero en otoño e invierno, siempre.

    Pedro Tárraga, médico de Familia.

    «En otoño e invierno, con las toses, los virus y las epidemias, la llevaré seguro»

    En la mima línea, el Dr Pedro Tárraga, médico en un centro de salud de Albacete capital, puede que se quite la mascarilla durante los meses de julio y agosto. «Pero en otoño e invierno, con las toses, los virus y las epidemias, la llevaré seguro».

    Por su parte, la Dra Encarnación Cuesta, que trabaja en el Servicio de Urgencias de Albacete, seguirá llevando mascarilla cuando atienda a sus pacientes, por ellos. En su opinión, teniendo en cuenta que la mascarilla evita los contagios en los procesos respiratorios, no entiende que no siga siendo obligatoria en los centros sanitarios.

    Como paciente oncológico, el Dr Juan Solera tiene claro que no se quitará la mascarilla en su consulta del centro de salud. También lo aconsejará a los pacientes vulnerables. «Tenemos casos de COVID, aunque sean aislados, y esto no es ninguna broma».

    El personal sanitario no se atreve, de momento, a aparcar del todo la mascarilla. La mayoría se la pondrá para proteger a sus pacientes.

    El neurólogo Tomás Segura mantendrá la mascarilla para proteger a sus pacientes

    Tampoco se quitará la mascarilla el neurólogo Tomás Segura, que la mantendrá cuando atienda a sus pacientes. De momento, sólo prescindirá de ella en el despacho de sesiones.

    El neumólogo Raúl Godoy considera que hay que normalizar la situación, pero tendrá cuidado si ha presentado síntomas o ha estado en contacto con personas que tengan algún tipo de infección respiratoria. A los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas les pedirá que sigan guardando las distancias y usando la mascarilla en situaciones como las visitas al hospital.

    Dra Ángela Prado.

    «Con el tipo de pacientes que nosotros tratamos, me temo que la seguiré llevando»

    En la UCI hay pocas dudas. La Dra Ángela Prado Mira lo tiene claro. «Con el tipo de pacientes que nosotros tratamos, me temo que la seguiré llevando».

    Para el presidente del Colegio de Médicos de Albacete, el traumatólogos Blas González, mantener la mascarilla en estas circunstancias, que no hay elevada transmisión, es «desproporcionado», pero considera que «se debe valorar el uso obligatorio, al menos en los espacios donde se produzcan contactos con pacientes, de manera estacional, por ejemplo, de diciembre a febrero, cuando la incidencia de infecciones respiratorias es alta».

    Ángel Losa, radiólogo.

    «Es un seguro de vida para muchos pacientes vulnerables»

    El radiólogo Ángel Losa forma parte de ese personal sanitario que sí puede renunciar a la mascarilla sin dudarlo, pero no lo hará. «Siempre que tenga contacto directo con pacientes sí que la seguiré usando, para por un lado no contagiar al paciente de ciertas infecciones que se puedan propagar por el aire y también para no contagiarme yo y propagar infecciones a otros pacientes». Considera que «es un seguro de vida para muchos pacientes vulnerables».

    «En quirófano, con pacientes inmunodeprimidos u oncológicos»

    El oftalmólogo José Manuel Ortiz también se tomará la recomendación con calma. «En consulta y en lámpara de hendidura, que estamos a 20 centímetros de la cara del paciente, creo que la voy a mantener hasta final de año». Tampoco renunciará a ella el otorrino Antonio Belinchón, que la mantendrá «en quirófano, con pacientes inmunodeprimidos u oncológicos, si me encuentro con una infección respiratoria propia, para no pegársela a mis pacientes, o si viene algún paciente con infección respiratoria».

    Ismael Tárraga.

    «Los dentistas no nos vamos a quitar la mascarilla de momento»

    Tampoco hay dudas en las clínicas dentales, donde, «no nos vamos a quitar la mascarilla de momento», puntualizaba el presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de Albacete, el dentista Ismael Tárraga.

    Y en hospitales de día, como el de Albacete, donde se trata a pacientes oncológicos y crónicos, la supervisora de Enfermería, Yolanda Atiénzar, opina que el personal sanitario mantendrá la mascarilla porque administra fármacos peligrosos. Sólo prescindirán de ella, «probablemente, cuando no estemos en contacto con el paciente».

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