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Los 120 rastreadores del Ejército que llegarán el 5 de octubre a Castilla-La Mancha se repartirán entre Toledo, Guadalajara y Ciudad Real, donde la incidencia del coronavirus, tal y como ha explicado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, es mayor.
También se han repartido en función de la evolución de la pandemia 390.000 test de antígenos entre las diferentes gerencias sanitarias. Y es que, si bien el consejero considera que Castilla-La Mancha se mantiene en la meseta, reconoce un aumento de la presión asistencial en Toledo, Ciudad Real y Guadalajara.
Así lo ha anunciado en una rueda de prensa en la que Jesús Fernández Sanz ha confirmado que Talavera de la Reina (Toledo) retrocede a nivel 2 para el control del coronavirus en sus 78 localidades.
Como anunciara ayer el presidente regional, Emiliano García-Page, el consejero de Sanidad ha confirmado el adelanto de la vacuna de la gripe, aunque si bien el presidente hablaba del 15 de octubre Fernández Sanz cuenta con empezar la vacunación dentro de la primera quincena. En este sentido, ha augurado una menor incidencia de este virus, pero ha insistido en la importancia de subir los porcentajes de vacunación, situados en el 61% de la población de riesgo.
El consejero ha insistido en la importancia de limitar las reuniones sociales para frenar el coronavirus, aunque, dentro de la prudencia, se ha mostrado optimista con la situación de la región. Así, en incidencia acumulada de casos, Castilla-La Mancha es la cuarta comunidad del país de acuerdo a los últimos 14 días, pero baja al octavo puesto en la última semana.
