• ¿Ideas suicidas? ¿Más médicos que plazas?

    Discurso del Dr Samuel Puche en la Graduación de la XX Promoción de la Facultad de Medicina de Albacete

    El Autor

    Samuel Puche

    Médico formado en la Facultad de Medicina de Albacete. Discurso de graduación

    Creo que hoy es muy importante aprovechar este altavoz que tenemos para hablar muy alto y fuerte de algunos temas importantes, así que nos vais a permitir que nos pongamos un poco (un poquito solo) más serios que de costumbre para que os arrojemos unos datos. Unos datos que prometemos que no van a dejar indiferente a nadie.

    Discurso del Dr Samuel Puche en la Graduación de la XX Promoción de la Facultad de Medicina de Albacete.

    Cifras que ponen los pelos de punta

    202, ¿que número tan bonito no? Os va a parecer horrible cuando acabe. 202 han sido las plazas MIR que este año han quedado vacías el último día de asignaciones sólo en la especialidad de Medicina familiar y comunitaria. Hecho que no ha pillado tan de sorpresa ya que, en la elección del año pasado, 200 plazas de esta especialidad también quedaron vacantes, juntos con algunas más de otras especialidades.

    No se si somos capaces de ver la dimensión de esto, pero, de ser así, en 4-5 años nos encontraremos con que en España faltarán 400 médicos de familia, y todo esto sin contar que durante estos años las renuncias se mantengan.

    Os he dicho que son cifras para poner los pelos de punta. Ahora es cuando salta tu cuñado, si si, tu cuñado el de Tolosa, que “tolosabe” y todo lo arregla dice “buah pues si faltan médicos, que lo han dicho en la tele. Lo que hay que hacer es abrir más facultades de medicina”.

    Las cuentas no salen

    Permíteme insistir en esto, pero fueron 12.668 graduados en medicina los que se presentaron a un examen MIR en el que se ofertaban 8.550 plazas. Tenemos una cantidad de graduados que excede, y con nota, a las plazas de formación en nuestro sistema público de salud.

    Los médicos están ahí, están en las calles y están deseando trabajar porque ese es nuestro espíritu vocacional. Pero también es cierto que de este no se puede vivir y fomenta un debate que esconde al verdadero elefante en la habitación, las condiciones laborales de los médicos en nuestro país.

    Debemos cuidar a los médicos de Familia

    Y me gustaría referirme hoy a la medicina de familia, pues como estudiantes hemos estado ahí, nos hemos podido formar en ella estos años, ver su realidad y su lugar fuera y dentro de la comunidad médica, y es tan importante como necesario cuidar este primer bastión del sistema de salud, que es tan bonito como sacrificado.

    Por eso mirar hacia otro lado con situaciones como esta o como cuando nuestros ya compañeros nombran todos los inconvenientes, problemas y desgastes que derivan de su trabajo sería una irresponsabilidad, pues hacer oídos sordos ante esta problemática al final supone poner en juego lo más valioso que tiene el ser humano, que es su salud.

    La Salud Mental

    Un dato más, pues sabemos que venimos resacosos de discursos de campaña. Pero no podíamos marcharnos de aquí sin abrir la caja de Pandora. 41/11. Podría ser perfectamente el resultado de un partido malo de baloncesto, pero no. Según el último estudio del CEEM, 41 corresponde al porcentaje de estudiantes de medicina que sufren ansiedad. El 11, por su parte, representa el porcentaje de estudiantes que han tenido ideas suicidas.

    La pastilla de reír y la de dormir

    Casi la mitad, ansiedad; ideas suicidas, 1 de cada 10. Y sé que alguno de mis compañeros estará sorprendido, pero porque se esperaba muchísimo más, sin desmerecer estos números, por supuesto. Y eso es porque en 6 años hay tiempo suficiente para acostumbrarse a convivir con la ansiedad. A convivir con tu mejor amiga que de repente se pasa un poco cuando salimos, a convivir con tu compañero de piso que se le olvida comer cuando tiene examen, a convivir con tu pareja que cada mañana se toma la pastilla de reír y por la noche la de dormir, o a convivir con tu hija a la que ya casi no reconoces.

    Porque también ha formado parte de nuestra realidad llegar a la consulta del psicólogo y encontrar al salir a tu compañero, el del otro grupo, y chocar la mano como si os pasaseis un relevo. Y eso si tenías la suerte de poder permitirte un psicólogo. Son ideas que estremecen, sobre todo porque volteas la cabeza hacia cualquier lado, miras a los ojos de tus compañeros y brotan los recuerdos como sangre de una herida. Porque no es ningún secreto que algunas de estas situaciones forman parte de nuestra historia, de la historia que nos ha reunido a todos aquí y sin la que no se entendería lo mucho que quisimos llegar a donde estamos.

    Un auténtico brote

    Creemos que durante todos estos años nos han hablado mucho de enfermedades, signos, síntomas, poblaciones, en definitiva, de los problemas de gente. Si para algo nos han estado enseñando tan bien durante estos años es para identificar esos problemas y ayudar ante esa situación. Y cuando un problema tan concreto afecta a tantísimas gentes, hace que se disparen las alarmas.

    Sé que en esta sala nos acompaña gente que forman parte de la vida académica de nuestra facultad, gente comprometida y de gusto por el buen hacer. Gente que es, en mayor o menor medida, consciente de esta realidad. No podemos quedarnos de brazos cruzados ante esta situación. Tampoco podemos porque el problema está aquí con nosotros, como un virus campando a sus anchas y quizás, cuando nos explote en la cara un auténtico brote esta vez no haya mascarilla que valga.

    No podemos decretar ahora mismo un estado de alarma, pero estamos ante un problema real, y a su vez, en una posición muy buena para actuar. Porque, aunque no nos lo creamos aún, somos médicos.

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