• Dormir o no dormir: esa es la cuestión

    Por todos es sabido que la actividad fisiológica diaria produce sensaciones de estrés, cansancio y fatiga, cuyas consecuencias son una sobrecarga muscular y neurológica y un gran déficit de nutrientes en la sangre, basado en el gasto que produce la actividad fisiológica vital. Por ello, nos es tan necesario el descanso y el sueño.

    trastornos sueño

    El ciclo del sueño

    El sueño es un proceso diario necesario para mantener el equilibrio mental, emocional y el bienestar personal. Sus fases fundamentales son adormecimiento, sueño y despertar. Veamos en qué consiste cada una

    1. Adormecimiento

    Es la fase que comprende desde el momento de disponerse a dormir hasta la conciliación del sueño.

    2. El sueño

     Que se subdivide en dos etapas: sueño lento (sueño N-REM) y sueño rápido (sueño REM).

    • El sueño lento o sueño NO-REM. Consta de 4 períodos:

    Período 1 – Frecuencia cardiaca y respiratoria lenta, musculatura relajada; el sueño en ese momento es tan superficial que algunos estímulos pueden provocar un despertar fácil.

    Período 2 – Nivel de conciencia bastante reducido; los ruidos incluso pueden pasar desapercibidos.

    Período 3 – Los músculos aparecen totalmente relajados y baja la temperatura corporal; es una fase de sueño profundo.

    Período 4 – Completa inconsciencia; es el momento de mayor secreción de la hormona del crecimiento; es la fase más profunda.

    Sueño REM (Rapid Eye Movements) o sueño paradójico

    Es una fase del sueño de gran actividad cerebral. La duración es de unos 15 a 20 minutos aproximadamente, caracterizándose por el rápido movimiento de los ojos, frecuencia cardíaca y respiración irregular.

    Posteriormente, vuelven a comenzar las cuatro fases del sueño lento (N-REM) y así contínuamente y de forma sucesiva, hasta completar 4-6 veces dicho ciclo en el transcurso de la noche.

    Las características del sueño REM han inducido a pensar a ciertos investigadores que estos son los periodos en que “soñamos”.

    3.- El despertar

    Consiste en la recuperación del estado de vigilia y de las constantes que le son propias. 

    Como puedes observar, cumplir con todas las etapas por las que atraviesa el sueño es de suma importancia para mantener en forma nuestra salud física y mental. El déficit o los trastornos de sueño puede llegar a afectar a las capacidades de concentración, del aprendizaje y a la memoria, entre otros. Comprobemos a continuación cuáles son las alteraciones de sueño más comunes.

    Trastornos del sueño  

    Los trastornos del sueño no son una patología grave en sí misma aunque ciertamente presentan serias consecuencias en la vida diaria: agotamiento físico, bajo rendimiento, sueño diurno y un largo etcétera.

    Su origen es muy variado. Pueden aparecer como efecto de otras enfermedades y constituyen factores de riesgo que favorecen la aparición de otras afecciones.

    1.- Insomnio. 

    El insomnio se trata de una dificultad para iniciar y/o mantener el sueño, o la sensación de no haber dormido un sueño reparador. 

    • Es posible clasificarlo en insomnio de corta duración, más conocido como agudo y cuyas causas más frecuentes son el estrés, depresiones o situaciones traumáticas.
    • Insomnio de larga duración o crónico (puede extenderse en el tiempo más de un mes). Es preciso señalar que la mayor parte de los casos de insomnio crónico son secundarios, lo que en realidad significa que están encubriendo algún otro problema.
    • Insomnio provocado por Covid-19. Según revela un estudio realizado a gran escala recientemente entre ex-militares estadounidenses que han padecido Covid-19, las personas tienen un 41% más de probabilidades de sufrir trastornos del sueño después de infectarse con este coronavirus.

    2.- Apnea 

    En los trastornos del sueño relacionados con la respiración, destaca la apnea  una dificultad que impide respirar como consecuencia de una pérdida del control sobre los movimientos del diafragma.   

    3.- Parasomnias  

    Son trastornos que se caracterizan por comportamientos o aspectos fisiológicos anormales que se producen en alguna fase concreta del sueño o en la transición vigilia–sueño.  

    • Pesadillas: constituyen sueños largos, vividos con experiencia de miedos y ansiedad que suelen darse en el último tercio de la noche; tiene la característica de recordar lo soñado.
    • Terrores nocturnos: Son despertares bruscos que se producen en el primer tercio del sueño. Es característico la amnesia u olvido de dicho episodio, dado que el individuo no puede recordar lo acontecido anteriormente. 
    • Sonambulismo: consiste en la aparición de comportamientos motores complejos como levantarse de la cama y comenzar a andar o incluso conducir. Tienen su comienzo durante el sueño y suelen presentar mirada fija y perdida, no reaccionando a la interacción. Al despertar, no recuerdan nada de lo ocurrido.

    Algunas pautas a seguir para ayudar a superar las dificultades en el sueño  

    En ocasiones, es plausible poner en práctica algunas normas beneficiosas para regular las alteraciones del sueño.

    • Finalizar la jornada diaria evitando situaciones de sobreexcitación.  ¡Fuera móvil y tele!
    • No consumir cafeína, tabaco ni alcohol antes de irnos a la cama.
    • Mantener ciertas regularidades como irse a dormir a la misma hora 
    • Eliminar la siesta o reducirla lo máximo posible. Lo ideal es que no supere los 20 minutos.  
    • Descansar sobre un buen colchón y reforzarlo con una base adecuada.

    Eso sí, desde aquí te recomendamos que si después de integrar estas normas en tu rutina diaria observas que no obtienes resultados, es hora de visitar al médico. ¡Será lo más adecuado!

    Comentar

    Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

    *