• El éxito de un paciente con leucemia

    Este 26 de junio Francisco Javier Berrio denunciaba que llevaba un mes a la espera de que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) diese luz verde para administrarle blinatumumab, un fármaco que se había convertido en el último recurso para tratar su leucemia. Finalmente, este 30 de junio ingresaba e iniciaba esperanzado el tratamiento en el Hospital Universitario de Toledo.

    Este 30 de junio Francisco Javier Berrio iniciaba el tratamiento para su leucemia en el Hospital Universitario de Toledo
    Imagen de este 30 de junio, facilitada por Francisco Favier Berrio, mientras recibe el tratamiento para la leucemia en el Hospital Universitario de Toledo.

    Termina un mes de incertidumbre

    Después de dar a conocer su situación en las redes sociales y en los medios de comunicación, llegando incluso a la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), este paciente del Hospital Universitario de Toledo recibía la confirmación del Sescam de que finalmente tendría el tratamiento para la leucemia.

    Prescrito por el Servicio de Hematología, Francisco Javier Berrio llegó a ingresar a finales de mayo para empezar a recibir el fármaco. Sin embargo, tuvo que regresar a Mocejón, el pueblo toledano en el que reside, porque la medicación no llegaba.

    Durante un mes, este paciente, que pensó en 2016 que su leucemia se resolvería pronto y sin grandes complicaciones, estuvo esperando lo que sabía que era una de sus últimas oportunidades.

    Lo más duro fue la incertidumbre. Nadie le decía qué pasaba, si era el coste, la burocracia o las dos cosas, pero el caso es que el tratamiento no llegaba.

    Autorizado a nivel europeo, blinatumumab, un tipo de inmunoterapia, está en un limbo en España que requiere de lo que se conoce como “uso compasivo” para que lo financie la sanidad pública.

    A última hora de este viernes, Francisco Javier Berrio enviaba una fotografía a Diario Sanitario confirmando que ya estaba ingresado y recibiendo el tratamiento, que se encontraba bien y estaba esperanzado. Por delante le quedan un mínimo de 30 días de ingreso hospitalario.

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