• El colapso de las Urgencias se cronifica

    Guadalajara y Albacete, al límite este verano

    Las Urgencias del Hospital General Universitario de Albacete comenzaban la semana al límite, con los pasillos llenos y la zona de observación al completo, una situación que también se está dando de forma recurrente en Guadalajara y que acaba repitiéndose en los hospitales del Sescam por el tradicional cierre de camas y la falta de sustituciones por vacaciones.

    Las Urgencias del Hospital General Universitario de Albacete comenzaban la semana al límite, como en Guadalajara.

    Las Urgencias de Guadalajara afrontan una media de 400 pacientes al día

    En este contexto, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia los episodios recurrentes de saturación que se están padeciendo en las últimas semanas en el Servicio de Urgencias del Hospital General Universitario de Guadalajara, con una media de 400 pacientes al día.

    Entre las razones, la falta de personal sanitario en los puntos de Atención Primaria y la consecuente demora en las citaciones ocasiona que los pacientes acudan directamente a las Urgencias del centro hospitalario, saltándose el paso del centro de salud.

    Esta falta de profesionales se debe, a juicio del sindicato, a la precarización de las condiciones laborales en la Atención Primaria, con listas de espera de citación que se dilatan en el tiempo y agendas interminables. De esta forma, el personal de ámbito sanitario busca condiciones dignas en otros servicios de salud.

    Ignacio Alonso, facultativo del Servicio de Urgencias y delegado de CSIF Guadalajara, advierte que “es una situación intolerable, estamos desbordados. Si la Atención Primaria, que es la puerta de entrada al sistema sanitario, se rompe, los centros hospitalarios vamos detrás. Hay que rescatar a la Atención Primaria y reforzar toda la atención hospitalaria”.

    Sobrecarga y cansancio

    Asimismo, la contratación de personal facultativo en las Urgencias del Hospital de Guadalajara en verano para cubrir vacaciones es totalmente insuficiente.

    La consecuencia es la sobrecarga y cansancio del personal de Urgencias, que soporta jornadas extenuantes de veinticuatro horas. En este contexto, los profesionales atienden una media de cuatrocientos pacientes diarios. Además, el pasado lunes hubo 9 pacientes a la espera de ingreso en cama hospitalaria.

    Entre las consecuencias, “sufrimos una pérdida de capacidad de maniobra cuando nos encontramos con casos graves y urgentes, hacen falta soluciones”, concluye Alonso.

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